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Cierre de campaña electoral en Grecia antes de las elecciones del domingo donde el Euro se la juega. Los favoritos, la izquierda radical de Siriza y los conservadores de Nueva Democracia abogan por reformar el Pacto de Austeridad con Breselas. Mientras, los depósitos siguen saliendo de los bancos ante el temor a un corralito.

La mirada de Europa fija en Grecia en la recta final de la campaña electoral. La cita con las urnas del próximo domingo no sólo decidirá la composición del nuevo gobierno sino el futuro de los griegos en la Unión Europea y también del Euro.

Los líderes europeos intensifican sus mensajes de advertencia, como Francois Hollande que manifestaba que si los griegos dan la impresión de que quieren alejarse de los compromisos y abandonar toda perspectiva de recuperación, habrá países de la zona euro "que preferirán su salida de la moneda única".

Las últimas encuestas otorgan una ligera ventaja a Syriza, la coalición de la izquierda radical. Un triunfo que despierta demasiados recelos en la Unión Europea. El líder de esta formación, Alexis Tsipras, insiste en que no quieren abandonar la Eurozona sino renegociar las condiciones de su rescate.

En la misma linea se pronuncia el líder de la derecha. Samaras apuesta por renegociar las condiciones impuestas a Grecia aunque rechaza las propuestas de su rival de Syriza.

En la calle, los griegos ven como mientras aumenta la presión sobre su voto el dinero disponible disminuye. La escasez esta pasando factura a gran parte de la sociedad que teme que finalmente Europa les imponga un corralito a sus ahorros.