El presidente saliente de Costa de Marfil, Laurent Gbagbo, en paradero desconocido
Las Fuerzas de Defensa ceden control del aeropuerto de Abiyán a los Cascos Azules
La ONUCI dice que han muerto 494 personas por violencia en Costa de Marfil
El presidente saliente de Costa de Marfil, Laurent Gbagbo, está en paradero desconocido, tras haber abandonado su residencia en Cocody y el palacio presidencial, según afirmó el embajador francés en Abiyán, Jean-Marc Simon. Gbabgo, al que la comunidad internacional viene pidiendo que abandone el poder desde que perdió las elecciones de noviembre pasado, ha abandonado sus residencias oficiales cuando fieles del presidente electo, Alassane Ouattara, entraron en la capital.
En declaraciones a la radio "France Info", Simon, cuya residencia es vecina de la de Gbagbo, aseguró que el presidente saliente no se encuentra en ella ni tampoco en el palacio presidencial. El diplomático aseguró que "hay combates" en la capital para "acabar con los últimos focos de resistencia" de los fieles de Gbagbo, al tiempo que señaló que los disparos se centran entorno al Palacio Presidencial y no la residencia de Cocody.
El jefe de la ONU en Costa de Marfil, Young-Jil Choï, indicó por su parte que Gbagbo sigue en el país, posiblemente en alguna de las bases militares. "No hemos visto la salida de ningún avión que pueda llevar al antiguo jefe del Estado", señaló Choï en la misma emisora, donde aseguró que esperan que "en las próximas horas el país vuelva a la calma". El representante de Gbagbo en Europa, Toussaint Alain, afirmó que el presidente saliente no tiene intención de abandonar el poder, al tiempo que consideró la ofensiva de Ouattara como "un golpe de Estado postelectoral ayudado por una coalición internacional".
LOS LEALES AL PRESIDENTE ELECTO INTENSIFICAN SUS ESFUERZOS PARA TOMAR ABIYÁN
Las Fuerzas Republicanas de Costa de Marfil (FRCI), leales a Alassane Ouattara, reconocido por la comunidad internacional vencedor de las elecciones del pasado noviembre, continúan el asalto a Abiyán iniciado el jueves, en la que podría ser la última ofensiva para asegurarse el control del país.
Durante esta operación, el Palacio Presidencial, actual refugio del gobernante Laurent Gbagbo, que se niega a entregar el poder tras su derrota en los comicios presidenciales, se ha visto sometido a un intenso asedio y ha sido objetivo de bombardeos durante toda la pasada noche. Los ataques comenzaron después de la nueva negativa de Gbagbo al ultimátum del primer ministro de Ouattara, Guillaume Soro, quien le exigió que abandonara el poder antes de las 19.00 GMT del jueves.
Anoche se escucharon potentes disparos con armas pesadas en los alrededores de tres edificios clave de la ciudad: el Palacio Presidencial, ubicado en Le Plateau, la sede de la televisión estatal (RTI) y la residencia oficial de Gbagbo, ambos en Cocody.
Un vecino de Cocody dijo que los combates seguían en su zona: "Ha entrado un disparo en casa. Afortunadamente, no ha habido víctimas, pero continúan los tiros". "Estamos tumbados en el suelo para ponernos fuera del alcance de las balas. Salvo en las películas, nunca hemos oído tanto ruido" agregó el testigo.
Mientras que la RTI cayó rápidamente en manos de las FRCI y dejó de emitir poco antes de las 23.00 GMT del jueves, la situación está siendo distinta en la residencia y en el Palacio Presidencial, donde las fuerzas favorables a Laurent Gbagbo oponen una tenaz resistencia.
Otro foco de oposición para las FRCI es Agban, el mayor cuartel del país, donde se han encerrado algunos de los altos mandos militares y policiales cercanos a Gbagbo.
Tras hacerse con el control de casi todas las ciudades del país, las FRCI están a punto de alcanzar su objetivo: desalojar a Gbagbo del Palacio Presidencial de Abiyán e instalar allí a Ouattara, que según la Comisión Electoral Independiente (CEI) obtuvo el 54 por ciento de los sufragios en los últimos comicios.
Mientras tanto, y tras la rendición del Ejército, la Gendarmería y la Policía, que estaban del lado de Gbagbo, el gobierno de Ouattara decretó ayer el toque de queda de las 21.00 a las 06.00 horas GMT, que seguirá vigente hasta el domingo, y el cierre de las fronteras terrestres, aéreas y marítimas de Costa de Marfil.
Por su parte, el ministro del Interior del Gobierno de Ouattara, Hamed Bakayoko, pidió calma a los marfileños y el cumplimiento estricto de estas medidas.
Las calles de Abiyán están desiertas desde hace semanas debido a los combates y, aparte de los enfrentamientos, se contempla poco movimiento más allá de las patrullas de la Misión de las Naciones Unidas en Costa de Marfil (ONUCI) y la operación francesa "Licorne" para impedir saqueos y actos de vandalismo.
Asimismo, la ONUCI ha tomado el control del aeropuerto internacional de Felix Houphouet Boigny, en Abiyán.
Desde el exterior, siguen las presiones a Gbagbo para que abandone el cargo. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, solicitó ayer que entregara "de inmediato el poder" a Ouattara, al tiempo que pidió a las partes que evitaran las "venganzas", un mensaje similar al transmitido hoy por la Unión Africana (UA).
Costa de Marfil se encuentra al borde de una guerra civil después de que Gbagbo, elegido presidente en 2000 para cinco años y que ha prolongado otros cinco su mandato debido al conflicto marfileño entre 2002 a 2007, no aceptara su derrota frente a Ouattara en la segunda ronda de los comicios presidenciales del 28 de noviembre.
Según las últimas cifras de la ONU, 496 personas han perdido la vida desde mediados del pasado mes de diciembre, cuando se iniciaron los enfrentamientos entre los seguidores de ambos candidatos a la Presidencia del país.
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