(Actualizado

La Cumbre Iberoamericana comienza en Panamá con un objetivo de reforma y modernización para adaptar este foro unido por una lengua y cultura común al nuevo contexto mundial, pero marcada por notables ausencias de mandatarios.

Al menos nueve presidentes no estarán en la XXIII Cumbre Iberoamericana, además del Rey de España, que por primera vez desde su creación, en 1991, no asistirá a la cita por estar convaleciente de una operación de cadera.

El miércoles canceló su participación el presidente de Bolivia, Evo Morales y el de Guatemala, Otto Pérez Molina, quien había anunciado que insistiría en el encuentro en su propuesta de despenalización de las drogas. Ambos alegaron motivos de agenda para no viajar a Panamá,

Otros gobernantes que no asistirán son los de Brasil, Dilma Rousseff; de Uruguay, José Mujica; Chile, Sebastián Piñera; Argentina, Cristina Fernández de Kirchner y Ecuador, Rafael Correa, o Cuba, Raúl Castro."Los que no vinieron tendrán sus motivos, sus razones.

Nicolás Maduro, no sé, pregúntenle a él", dijo el jueves a la prensa el presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, anfitrión de la reunión en relación a la previsible ausencia del presidente venezolano.

El acto inaugural de la cumbre será a orillas del Canal de Panamá, una vía interoceánica que representa entre un 6 y un 10 por ciento del PIB del país, el segundo después de Paraguay que más crece en América Latina, con un 7,5 por ciento en 2013.

La cumbre se celebra en Playa Bonita, en un complejo hotelero aislado, al otro lado del Canal frente al Pacífico. Todos los estamentos policiales estarán movilizados para garantizar la seguridad de los mandatarios durante la Cumbre.

En la ciudad, se unieron para colapsarla la temporada de lluvias, un tráfico intenso y protestas convocadas por colectivos, como los médicos en huelga contra una ley que permite contratar a colegas extranjeros, o las llamadas "mujeres despechadas".

El Gobierno dispuso que la mayoría de los dignatarios lleguen a un aeródromo ubicado en una antigua base militar estadounidense en las afueras de la capital, desde la que se puede llegar al hotel donde se celebra la reunión sin pasar por la ciudad.

El lema de la cumbre, cuyas sesiones de trabajo tendrán lugar durante toda la jornada del sábado, es "La Comunidad Iberoamericana en el Nuevo Contexto Mundial".

En paralelo hoy se celebra el II Foro de la Comunicación, organizado por el Gobierno español y la cadena Televisa de México, que inaugura el presidente, Mariano Rajoy, y que reunirá a directivos de los más importantes medios de comunicación de Iberoamérica.

También se clausura el Encuentro Empresarial Iberoamericano, con una sesión dedicada a "la Alianza del Pacífico y su impacto en Latinoamérica", en la que participan los presidentes de México, Perú, Colombia, Costa Rica, España y el anfitrión panameño, Ricardo Martinelli.

ESPAÑA OFRECE COMPARTIR EMBAJADAS A SUS COLEGAS IBEROAMERICANOS

España ofrecerá a sus socios iberoamericanos compartir Embajadas con el fin mutuo de aumentar la presencia diplomática en zonas donde estén ausentes y hacerlo con el menor coste posible, han avanzado fuentes diplomáticas.

El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, ha viajado a Panamá, donde arrancará la XXIII Cumbre Iberoamericana, con un listado de Embajadas, Consulados, oficinas comerciales y técnicas de cooperación que podrían acoger a funcionarios de los socios iberoamericanos más estrechos.

Ese listado incluye representaciones españolas en Europa y los países del Golfo Pérsico, donde España tiene una amplia presencia que puede interesar a los países latinoamericanos, señalan fuentes diplomáticas a Europa Press.

La idea es que esta oferta se convierta en un intercambio recíproco, y que España pueda destinar funcionarios en legaciones, consulados, oficinas comerciales o centros culturales de países iberoamericanos en zonas donde nuestra presencia es escasa, como las regiones de Asia Oriental y el Sudeste Asiático.

Y es que en la región de Asia Pacífico, que supone el 40 por ciento del PIB mundial, nuestro país tiene la "ridícula" cifra, en palabras del propio ministro, de 23 representaciones, entre embajadas y consulados.

Esta propuesta se materializará en un principio con los miembros de la reciente Alianza del Pacífico que componen México, Perú, Chile y Colombia, proceso de integración que España, que tiene estatus de país observador, miró con gran interés desde el primer momento.

La iniciativa será presentada por García-Margallo en la reunión de cancilleres iberoamericanos que precederá a la apertura de la Cumbre Iberoamericana.

No se trata, al menos de momento, de que un mismo edificio albergue la Embajada de España y la de otro país iberoamericano, sino de destacar funcionarios de nivel inferior a un embajador en las oficinas de los socios en aquellos países donde no se esté presente.

Así, España podría tener un diplomático acreditado como encargado de negocios (con cartas de gabinete, en lenguaje técnico) en una Embajada iberoamericana en un tercer país donde no estuviésemos presentes.

Este funcionario representaría a España, pero defendería los intereses nacionales y prestaría atención consular desde un despacho situado en la legación de otro país.