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El primer ministro turco, el islamista Benali Yildirim, afirmó que el Gobierno ha recuperado el control del país después del fallido intento de golpe militar que se inició anoche y que causó entre 181 y 265 muertes, según las diferentes fuentes, así como 1.440 heridos, mientras que 2.839 supuestos soldados golpistas fueron detenidos.

"La situación está bajo control", aseguró Yildirim, al señalar que 20 soldados golpistas han muerto, lo que contradice la cifra ofrecida poco antes por el propio Ejército turco de 104 fallecidos. Cientos de militares implicados en la violenta intentona golpista se rindieron hoy.

Ümit Dünar, nombrado esta mañana jefe interino del Estado Mayor de Turquía (el titular, general Hulusi Akar, había sido secuestrado por los golpistas) declaró hoy fallida la asonada militar. "El intento de golpe de Estado fue rechazado desde el inicio por la comandancia (del ejército). Una solidaridad histórica en Turquía hizo fracasar el intento golpista", aseveró Dünar.

DETENIDOS DIEZ MAGISTRADOS DE LA CUPULA JUDICIAL

Por otra parte, la Policía ha detenido a 10 jueces del 'Danistay', uno de los organismos supremos de la Judicatura turca y máxima autoridad para contenciosos administrativos, informó la agencia semipública turca Anadolu. Otros 38 miembros de este cuerpo están en búsqueda y captura, agregó la cadena privada NTV.CAdemás se ha emitido orden de arresto contra 140 jueces del Tribunal Supremo (Yargitay), señaló la citada emisora.

El presidente de esta institución, Ismail Rüstü Çirit, prometió en declaraciones a la cadena "castigar a todos los traidores". La medida se produce horas después de que se abortara un intento de golpe de Estado y de que la Junta Superior de Jueces y Fiscales destituyera a 2.745 magistrados. Al mismo tiempo, la Junta, presidida por el ministro turco de Justicia, Bekir Bozdag, destituyó a cinco de sus 22 miembros.

Según informa el diario Hürriyet en su versión electrónica, los jueces fueron aparentemente destituidos por ser sospechosos de estar relacionados con el predicador Fethullah Gülen, exiliado en Estados Unidos y enemigo del gobernante partido islamista AKP. El Gobierno turco y el presidente del país, Recep Tayyip Erdogan, aseguran que los llamados "gülenistas" se encuentran detrás del intento de golpe de Estado.

La violenta intentona causó entre 181 y 265 muertes, según las diferentes fuentes, así como 1.440 heridos, mientras que 2.839 supuestos soldados golpistas fueron detenidos.

EL AEROPUERTO DE ESTAMBUL RECUPERA LA NORMALIDAD

El principal aeropuerto de Estambul ha recuperado este sábado parte de la normalidad perdida el viernes por la noche, cuando militares rebeldes intentaron derrocar al Gobierno turco, si bien algunas compañías han avisado de retrasos o cancelaciones en sus vuelos.

Los tanques de las fuerzas rebeldes custodiaron en las primeras horas del fallido golpe el aeropuerto de Ataturk, que ya había estado de actualidad recientemente por un atentado que dejó más de 40 muertos y que el Gobierno atribuyó al grupo terrorista Estado Islámico.

Un portavoz de Turkish Airlines ha confirmado la reanudación de los vuelos, si bien ha reconocido que previsiblemente habrá retrasos. También la empresa Pegasus ha informado de que sus aviones no estaban saliendo en el horario fijado.

FRACASO DEL GOLPE

El Servicio de Inteligencia de Turquía (MIT) ya había dado por fallida la intentona, pero los combates continuaban hasta esta mañana, si bien todos los medios informaban de un número creciente de rendiciones. Poco después de las 19.00 GMT del viernes, la población de Ankara fue sorprendida por unos inesperados movimientos de tropas y el paso rasante de aviones militares, mientras se oían disparos cerca del cuartel del Estado Mayor.

Los militares golpistas cerraron dos puentes sobre el Bósforo en Estambul y ocuparon los aeropuertos internacionales de esa ciudad y de Ankara, los cerraron al público y cancelaron todos los vuelos. Además, secuestraron al jefe del Estado Mayor, Hulusi Akar. Unas dos horas después enviaron un comunicado electrónico a la prensa en el que afirmaban haber tomado el control en todo el país y advertían de que imponían la ley marcial.

El aeropuerto internacional Atatürk de Estambul, el mayor del país, fue uno de los lugares más rápidamente liberado de los militares que lo ocuparon anoche. Poco después de la liberación del aeropuerto, aterrizó en su pista el presidente del país, Recep Tayyip Erdogan, proveniente de un lugar en la costa, y en una llamada telefónica a una televisión transmitida en directo había ya llamado a la población a resistir.

Decenas de miles de ciudadanos salieron a las calles de Ankara y Estambul enarbolando banderas turcas para rechazar el golpe. Los golpistas bombardearon con cazas y helicópteros el palacio presidencial, el Parlamento y la Dirección de Seguridad en Ankara.

En torno a esos edificios, así como a la sede del Estado Mayor, se produjeron violentos enfrentamientos entre los golpistas, por un lado, y policías, gendarmes y soldados leales al gobierno, por el otro. El Ministerio de Interior turco destituyó a 5 generales y a 29 coroneles. Erdogan calificó la acción de los militares rebeldes como un regalo de dios que permitirá limpiar el Ejército y prometió castigar a los responsables.

"Esto es traición. Pagarán un precio muy alto", amenazó el jefe del Estado y hombre fuerte del país desde Estambul. El jefe del Estado acusó al influyente predicador islamista Fethullah Gülen, un antiguo aliado suyo y ahora enfrentado a él, de haber orquestado la acción desde Pensilvania (EEUU), donde vive.

Pero la Alianza por los Valores Compartidos, el grupo liderado por Gülen, rechazó hoy esas acusaciones y calificó de "sumamente irresponsables" las palabras de Erdogan.

"Durante más de 40 años, Gülen y sus seguidores hemos defendido y demostrado nuestro compromiso por la paz y la democracia. Hemos denunciado reiteradamente las intromisiones militares en política", apuntó el grupo, que tiene sede en Nueva York, en un comunicado. Entretanto, quedaron liberados los puentes de Estambul sobre el Bósforo, que habían sido bloqueados anoche con tanques de los golpistas.

También las sedes de las emisoras de televisión TRT y CNNTürk quedaron libres de militares tras ser ocupadas temporalmente Akar fue liberado y trasladado en helicóptero a un centro de crisis. La comunidad internacional reaccionó unánime en apoyo a la legalidad constitucional en Turquía y condenó el intento golpista.

La ONU, EEUU, Rusia, Francia, Alemania, Reino Unido, la UE, Grecia, España, México, Irán, Argentina, Venezuela y Guatemala, entre otros, defendieron al presidente turco. Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN de la que Turquía es miembro, pidió hoy "calma y moderación" y "total respeto" a las instituciones democráticas y a la Constitución de Turquía.