Detenida una pareja que escondía un arsenal de ETA en un zulo de una casa de Biarritz

La Guardia Civil y la Policía francesa han encontrado un arsenal de armas y explosivos de ETA en un zulo de una vivienda ubicada en el centro de Biarritz (Francia), cuya propietaria ha sido detenida, al igual que su pareja, por supuesta colaboración con la banda terrorista.

Según ha informado el Ministerio del Interior, esta operación forma parte de las investigaciones desarrolladas contra la estructura técnico-logística puesta en marcha por la banda terrorista en 2014.

La operación, denominada Brique, es fruto de la estrecha colaboración entre la Guardia Civil y la Dirección General de la Seguridad Interior francesa, que ha dado como resultado la localización de una vivienda en Biarritz utilizada por ETA. Su registro comenzó a primera hora de la mañana por parte de agentes de la Policía Nacional francesa.

De momento, dos ciudadanos franceses se encuentran detenidos por su presunta colaboración con ETA. Se trata de N.C., propietaria del inmueble donde se escondía el depósito de material de la organización terrorista, situado en el centro de la turística localidad de Biarritz, y de su pareja, T.V.

Interior recuerda que el 20 de julio del pasado año ETA anunció en un comunicado que estaba realizando una reestructuración interna, en la que preveía el desmantelamiento de su entramado logístico-militar, la creación de una nueva rama técnico-logística, encargada del sellado de sus depósitos de armas, y el reforzamiento de su aparato político.

Y todo ello, sin suprimir las estructuras necesarias para su funcionamiento interno. En la vivienda registrada hoy, que formaría parte de esta rama técnico-logística, se ha descubierto un arsenal compuesto por armas de fuego, así como de material explosivo, que se encuentra pendiente de cuantificar. También se ha intervenido material habitualmente utilizado por ETA para la falsificación de placas de matrícula.

En estos momentos se sigue desarrollando el registro de la vivienda con la participación, entre otros, de especialistas de desactivación de explosivos. Según Interior, la actuación de la Guardia Civil y los servicios franceses supone un duro golpe a esta estructura técnico-logística y, por tanto, a la capacidad de acceso a material operativo por parte de ETA.

FERNANDEZ-DÍAZ ADVIERTE A ETA

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha valorado con una advertencia a ETA la operación Brique en la que la Guardia Civil y la Policía francesa ha desmantelado un arsenal de los terroristas almacenado en una casa zulo de Biarritz (Francia) por su estructura encargada del sellado de armas: "si no nos entregan las armas, se las quitamos nosotros".

"Si no se disuelve por las buenas, se disolverá por las malas. Si en algún momento pensaba que iba a negociar con el Gobierno tomando como baza las armas y los explosivos que tenía que sepa que se la vamos a quitar", ha aseverado Fernández Díaz en declaraciones a los periodistas en el pasillo del Congreso de los Diputados.

Según ha dicho, esta es "la operación más importante de estas características" desde al año 2012 en territorio francés y ha avisado de que continuará abierta durante varias horas más porque se está haciendo el recuento de todo lo encontrado. Ha afirmado que a los agentes franceses que trabajaban con la información de la Guardia Civil les ha costado encontrar el escondite donde se encontraba el material.

"Tenemos una ETA prácticamente aniquilada, le quedan los presos y poquito más y cada vez menos, menos y menos", ha añadido, al tiempo que ha explicado que la operación de este jueves va dirigida contra una estructura de ETA creada en julio del año pasado. Según informó la propia banda a través de un comunicado este aparato 'técnico-logístico' tenía la función de sellar las armas y los explosivos.

A su juicio, este operativo demuestra que "mientras ETA no se disuelva, el Estado de Derecho no está en suspenso". El ministro ha eludido responder a la pregunta de si la casa en la que se encontraba este arsenal tiene algo que ver con el paso por España de los verificadores internacionales a los que ETA ya usó en febrero de 2014 para escenificar un amago de desarme.