Embajada de Corea del Norte en Madrid |
(Actualizado

Las autoridades estadounidenses realizaron esta jueves la primera detención en relación con el misterioso secuestro de varios empleados de la embajada de Corea del Norte en Madrid. Se trata de Christopher Ahn, ex "marine" estadounidense, miembro del grupo Free Joseon (Corea Libre), centrado en el derrocamiento de la dinastía Kim en Corea del Norte, y que se espera que comparezca ante un tribunal del distrito federal de Los Ángeles (California).

Por otro lado, los agentes federales revisaron el apartamento de Adrian Hong, el líder del grupo, indicó el diario, que citó a dos personas próximas a la investigación.

En este sentido, el abogado de Hong, Lee Wolosky, envió un comunicado al periódico en el que se mostró "abatido de que el Departamento de Justicia de EEUU haya decidido ejecutar órdenes de detención contra ciudadanos estadounidenses que se derivan de quejas criminales presentadas por Corea del Norte".

En el asalto a la embajada norcoreana, ocurrido el pasado 22 de febrero en Madrid, el personal de la legación fue maniatado y golpeado durante horas por un grupo de siete hombres que entró en las instalaciones y robó equipos informáticos antes de huir, según el auto judicial publicado por la Audiencia Nacional española.

El grupo opositor Free Joseon se ha atribuido la autoría del ataque, pero su verdadero objetivo aún no está claro.

Según el documento judicial, cinco personas ligadas al asalto tienen pasaporte surcoreano, y al menos tres de ellos huyeron a EE.UU. (donde se cree que residen) tras el ataque.

Una de ellas llegó a compartir la información obtenida con el FBI ya en territorio estadounidense, de acuerdo con los documentos judiciales españoles.

Las primeras informaciones llegaron a especular con que la CIA podría haber estado involucrada en la operación, debido a que se produjo apenas cinco días antes de la segunda cumbre entre el presidente estadounidense Donald Trump y el líder norcoreano, Kim Jong-Un, que tuvo lugar en Hanoi (Vietnam).

Sin embargo, esta implicación fue desmentida categóricamente por el portavoz del Departamento de Estado de EEUU, Robert Palladino.

El juez encargado de la investigación ha solicitado a EE.UU., donde se encuentran los sospechosos del ataque, la extradición de las dos personas (ambos de origen coreano y con pasaporte mexicano y estadounidense, respectivamente) a las que considera cabecillas del grupo.