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Un hombre de 62 años ha sido detenido en Argentina después de que su hija le denunciara y le acusara de haber abusado de ella desde que tenía 13 años. Aunque el acusado lo niega todo, las pruebas de ADN han confirmado que los nueve hijos de la mujer son también hijos de su padre.

La historia de Juana Elvira Gómez, que actualmente tiene 43 años, ha conmocionado a Argentina. La mujer, que reside en una zona remota en la provincia de Santa Fe, se decidió a denunciar a su padre el pasado mes de junio, cuando la Policía le arrestó por otro delito.

Según ha relatado a 'La Capital', su madre murió cuando ella tenía 2 años y cuando cumplió los 13 "echó a la segunda mujer que tuvo y empezó a prohibirme salir de la casa". "Su primera amenaza fue que si salía o me veía conversando con alguien, me mataba de un escopetazo", relata, explicando que "se ponía celoso" si le veía hablando con alguien.

Fue entonces cuando "comenzó mi vida de terror y angustia, dentro de un círculo del que no podía salir", señala la mujer, que reconoce que "a pesar de que me pegaba con lo que encontraba y llegó a castigarme tan fuerte que me dejó marcas en el cuerpo que llevaré toda mi vida, nunca junté coraje para denunciarlo" porque "le tenía miedo extremo".

Dos años después de que empezaran los abusos, Juana tuvo su primer hijo, quien se suicidó a los 17 años, después de que, según ella, "alguien le contó que era hijo de su abuelo, se deprimió y se pegó un tiro con una escopeta". Después de él, tuvo otros nueve hijos, pero ninguno de ellos sospechó nunca que quien creían que era su abuelo era en realidad su padre.

"Nunca sospeché de nada, siempre fue mi abuelo hasta que nos llegó la noticia", ha señalado a 'Clarín', Germán, de 20 años. "Fue un golpe para todos", admite el joven, que asegura que no guarda "rencor" a su padre-abuelo pero quiere que "pague por lo que hizo, nada más".

Finalmente, el pasado junio Juana tuvo el valor de contar a la Policía su historia y presentar una denuncia contra su padre. Según el juez encargado de la causa, Virgilio Palud, el hombre, Armando Gómez, se mostró "sorprendido" de la acusación, negó todo y aseguró que él "era muy bueno con su familia".

Sin embargo, las pruebas de ADN realizadas a ocho de los hijos-nietos han confirmado el parentesco. Esta prueba se ha visto respaldada por el relato de dos hijos de la víctima y de otra hija del abusador, quien confesó que también fue violada por su padre y quedó embarazada, pero optó por abortar y huir de casa. El acusado se encuentra detenido bajo los cargos de abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo y reiterado una cantidad "indeterminada" de veces.

Pese a ello, Juana teme por su seguridad y la de sus hijos. "Vivo con miedo. Cierro ventanas y puertas porque tengo miedo de que un día lo larguen. Si eso ocurre vendrá derecho a matarme", asegura aterrada. La mujer confiesa que tras contar su tragedia personal se quitó "una gran carga de encima".

Ahora, además, está recibiendo atención psicológica y desea reconstruir su vida. "Hoy necesito que la gente me ayude porque debo criar a mis hijos. Sólo pido un trabajo que me dé la posibilidad de servir la mesa todos los días", afirma.