El ministro de Exteriores alemán, Guido Westerwelle, ha dado validez a los indicios que apuntan que los servicios secretos de ese país pincharon un teléfono celular de la canciller Angela Merkel desde 1999 hasta julio de 2013.
"Sin motivos ni indicios muy serios no hubiésemos dado un paso diplomático de esta gravedad", aseguró Westerwelle en la rueda de prensa que ofreció tras reunirse con el embajador estadounidense en Berlín, John B. Emerson, convocado por Exteriores de forma urgente por este conflicto bilateral.
A su juicio, Washington debe aportar ahora una "explicación seria y sin vacíos", además de "sincera", sobre sus actividades de seguimiento en Alemania, algo que "entre socios y aliados" no es "de ninguna forma aceptable".
"Si se confía, no se espía. Y si se hace, entonces se daña la amistad", argumentó Westerwelle, que exigió "la verdad ahora".
"Se deben poner ahora todas las cartas sobre la mesa", apostilló el ministro.
La información de que dispone Berlín a este respecto es "tan seria" que era "necesario" dar este paso, agregó el ministro en funciones.
Westerwelle añadió que el embajador estadounidense le ha asegurado que transmitirá "con toda claridad" y "la mayor urgencia" la posición alemana a su Gobierno.
Se trata de la primera vez desde la II Guerra Mundial que un ministro de Exteriores alemán convoca al embajador de un país aliado.
EEUU NO ACLARA SI ESPIÓ EN EL PASADO EL TELÉFONO DE LA CANCILLER ALEMANA
El Gobierno de EE.UU. no ha aclarado si espió o no en el pasado un teléfono celular de la canciller alemana, Angela Merkel, y reiteró que actualmente no está monitoreando sus comunicaciones ni lo piensa hacer en el futuro.
El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, eludió en su rueda de prensa diaria responder a la pregunta de si los servicios de inteligencia estadounidenses espiaron en el pasado un teléfono celular de Merkel y argumentó que el Gobierno no va a hablar "públicamente" al respecto.
Según el diario "Die Welt", los servicios de inteligencia alemanes sospechan que EE.UU. pinchó un celular que Merkel utilizó entre octubre de 1999 y el pasado julio.