El Gobierno de EE.UU. informó ya de que los empleados federales que estaban suspendidos de empleo y sueldo por el cierre parcial de la Administración deberán reincorporarse al trabajo mañana, jueves, después de que el Congreso aprobase una medida para evitar la suspensión de pagos.
"Ahora que la norma ha sido aprobada en el Senado y la Cámara, el presidente planea firmarla, y los empleados deberán volver a sus trabajos mañana por la mañana", indicó Sylvia Mathews Burwell, directora de la Oficina de Gestión y Presupuesto, en un comunicado.
Burwell instó a los trabajadores federales a que consulten con sus departamentos para confirmar la reapertura de la Administración federal. Por tanto, los cerca de 800.000 empleados que se habían visto afectados por el cierre de la administración volverán a sus puestos de trabajo el 17 de octubre.
El anuncio se produce después de que, finalmente, esta noche el Congreso aprobase, tras más de 16 días de suspense sobre las cuentas públicas de EE.UU., la nueva norma que permitirá que se garanticen los fondos para las actividades del Gobierno hasta el próximo 15 de enero y se eleve el tope de endeudamiento hasta el 7 de febrero.
CÁMARA BAJA APRUEBA PROYECTO DE LEY
La Cámara de Representantes aprobó con una amplia mayoría la propuesta del Senado para evitar la suspensión de pagos de EE.UU. y reabrir la Administración federal, con lo que pone fin a crisis fiscal del país de las últimas dos semanas.
De este modo, solo queda la ratificación formal por parte del presidente estadounidense, Barack Obama, que ya ha afirmado que firmará inmediatamente el proyecto de ley para su inmediata entrada en vigor. La votación en la Cámara, de mayoría republicana, se saldó con 285 votos a favor frente 144 en contra.
La cámara baja ratifica así un acuerdo del Senado que permitirá mantener el funcionamiento de la Administración federal hasta el próximo 15 de enero y elevar el tope de endeudamiento hasta el 7 de febrero.
El compromiso se produce apenas unas horas antes de que se alcanzase la fecha límite marcada por el Tesoro de EE.UU., que había anticipado que mañana jueves dispondría de menos fondos de los necesarios para hacer frente a sus obligaciones.
La crisis fiscal, fruto del enfrentamiento entre demócratas y republicanos, había provocado el cierre parcial de la Administración desde el pasado 1 de octubre, y obligado a cerca de 800.000 empleados federales a quedarse sin empleo y sueldo durante más de dos semanas.
Asimismo, numerosos servicios y organismos públicos a cargo del gobierno federal habían tenido que suspender sus actividades ante la falta de fondos.