El Parlamento Europeo (PE) surgido tras las últimas elecciones celebradas en la Unión Europea tiene como retos desde la recuperación económica, la protección de datos, el desarrollo de una política común de inmigración europea o la negociación del acuerdo comercial y de inversiones con EEUU.
"Los dos grandes partidos deberán coaligarse tanto como sea posible para que no se pare el trabajo legislativo en la próxima legislatura, incluso más que en los últimos cinco años, en los que ya han votado de forma afín más del 70 % de las veces", señaló a Efe la investigadora del Center for European Policy Studies (CEPS) Sonia Piedrafita.
Los partidos mayoritarios en el hemiciclo europeo (PPE, socialistas y liberales) se van a encontrar con que la irrupción de fuerzas euroescépticas y antieuro en la Eurocámara puede complicar la iniciativa legislativa del capítulo relacionado con la libertad de circulación, la inmigración y el desarrollo de la unión bancaria, según los expertos.
Por ello recomiendan a esos partidos de que para que las iniciativas legislativas prosperen habrán de consensúen posturas más que nunca y sumar el mayor número de escaños posible, so pena que el voto extremista ponga el pie en el freno en cada turno de votación.
Para el director en Bruselas del CEPS, Daniel Gros, se avecinan dificultades añadidas para la legislación de asuntos como la inmigración o los que tienen que con las libertades y derechos civiles europeos, especialmente la libertad de circulación, caballo de batalla del Frente Nacional de la francesa Marine Le Pen.
Gros, por contra, augura pocas dificultades a la hora de seguir negociando ya que incluso los menos europeístas, como el UKIP británico de Nigel Farage, están por sacar el máximo provecho del mercado interior y del fin del las barreras comerciales.
REFORMA DEL SECTOR BANCARIO
En el apartado económico, los eurodiputados deberán desarrollar la reforma del sector bancario, la remuneración de altos cargos empresariales, ahondar en la unión bancaria y revisar el presupuesto 2014-2020, en el que se enmarcan los fondos europeos para luchar contra el desempleo juvenil.
Clave para el impulso económico europeo será el futuro acuerdo de comercio entre la UE y EEUU, que de concluirse supondrá un aumento del 0,5 % del PIB anual, lo que equivale a 545 euros para una familia de cuatro miembros, según las estimaciones de la Comisión Europea (CE).
Con ese pacto comercial, la UE busca abrir nuevas oportunidades para las empresas europeas, sobre todo las pymes, pero también ha de incluir otros aspectos por los que el PE ha mostrado interés como es la protección de datos y de los bienes culturales.
El secretario general de la agrupación de cámaras de comercio europeas (Eurochambres), Arnaldo Abruzzini, reclamó al nuevo PE que "sea capaz de responder a las necesidades económicas, medioambientales y sociales de forma equilibrada, transparente y pragmática".
"La Eurocámara debe promover el desarrollo de una diplomacia económica europea, que salvaguarde los intereses europeos en los mercados globales", añadió Abruzzini, que reiteró su reivindicación de que en los futuros cinco años la UE tendrá que desarrollar mayores facilidades para los emprendedores.
Por otro lado, también serán objeto de actividad legislativa en el PE en los próximos años, asuntos de calado social como la puesta en marcha de un permiso de paternidad obligatorio de dos semanas.
Igualmente los europarlamentarios tendrán que abordar otros asuntos como la revisión del sistema actual de autorización de organismos modificados genéticamente (OGM), la puesta en marcha de una fiscalía europea, la propuesta de directiva contra el blanqueo de capitales o la revisión de la directiva europea de 1995 sobre protección de datos al mundo de internet y de las nuevas tecnologías.
