Bombardeos en el sur de Gaza | Europa Press
(Actualizado

El Ejército de Israel aseguró este miércoles haber matado a un supuesto alto cargo de Hamás en un bombardeo en ciudad de Gaza, en el norte de la Franja de Gaza.

El miliciano ha sido identificado como Ahmed Ali, comandante de la unidad naval del grupo islamista en la localidad gazatí, según un comunicado castrense.

Las fuerzas armadas hicieron el anuncio mientras se intensifican los bombardeos en la localidad de Rafah, la más meridional del enclave y fronteriza con Egipto, según recogen medios palestinos.

La operación israelí en Rafah aumenta la crisis humanitaria en Gaza

Según las autoridades sanitarias gazatíes, al menos 35 palestinos murieron en las últimas 24 horas por ataques israelíes en la localidad, donde cientos de miles de personas de diferentes puntos de la Franja se refugian desde el comienzo de la guerra.

El Ejército israelí dijo haber matado a unos 30 supuestos milicianos durante su operación en Rafah, al tiempo que los mediadores en El Cairo tratan de negociar un acuerdo de alto el fuego en el enclave palestino.

Tensión en el norte

El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, sugirió este miércoles, en un encuentro con tropas en la frontera norte con el Líbano, que la tensión en la frontera norte del país podría recrudecerse este verano, y prometió devolver a los miles de israelíes desplazados por el conflicto con Hizbulá a sus hogares.

Israel dice que seguirá negociando un alto el fuego mientras bombardea el este de Rafah

La frontera entre Israel y Líbano vive su mayor pico de tensión desde 2006 con un intenso intercambio de fuego durante más de cinco meses que se ha cobrado la vida de casi 400 personas, la mayoría en el lado libanés y en las filas de Hizbulá, que ha confirmado 264 bajas de milicianos, algunas en Siria.

En Israel han muerto 21 personas en el norte (12 militares y 9 civiles), mientras que al otro lado de la frontera han fallecido al menos 375 personas, entre ellos 46 integrantes de otras milicias, un soldado libanés y unos 64 civiles, incluidos diez menores y tres periodistas, además de los combatientes de Hizbulá