España y Grecia quedan como principales bastiones socialdemócratas de la UE
La derrota de los socialistas en Portugal ha dejado a España y Grecia como los principales abanderados de la socialdemocracia en la UE, donde los partidos de centroderecha y liberales casi monopolizan los gobiernos de los Veintisiete.
El presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, y primer ministro griego, Giorgos Papandreu, resisten junto a otros dos Ejecutivos progresistas, el de Eslovenia y el de Chipre.
A estos países se suma Austria, donde los socialdemócratas encabezan una gran coalición de gobierno con los conservadores.
Portugal, de la mano del primer ministro, José Sócrates, formaba parte del club socialista en la UE desde marzo de 2005, un año después de que llegara al poder Zapatero.
Tras el primer ministro luxemburgués, Jean-Claude Juncker, en el cargo desde 1995, Zapatero es el jefe de Gobierno que más tiempo lleva al frente de un país comunitario.
La caída del gobierno laborista de Gordon Brown en el Reino Unido hace un año dejó a Zapatero como el líder socialista con más peso en la UE.
Le sigue Papandreu, quien ha logrado mantenerse en su puesto a pesar del rescate financiero de Grecia aprobado en mayo de 2010, pocos meses después de desbancar a la derecha del poder.
Los otros gobiernos de izquierda que se mantienen en pie son el del esloveno Borut Pahor y el del presidente chipriota, el comunista Dimitris Christofias, a quien la derecha le arrebató el control del Parlamento hace dos semanas.
El canciller austríaco, Werner Faymann, también socialdemócrata, gobierna en coalición con los conservadores desde octubre de 2008, cuando los dos partidos mayoritarios se juntaron para cerrar el paso a la extrema derecha.
Además del hundimiento laborista en el Reino Unido, el agudizamiento de la crisis económica en los últimos tres años ha enterrado los gobiernos progresistas en Bulgaria, Rumanía, Hungría y Lituania.
El dominio de los conservadores es patente en Francia, Alemania, Suecia, República Checa, Letonia, Eslovaquia, Malta e Italia, a pesar de la complicada situación judicial de Silvio Berlusconi.
Tras el rescate de Irlanda el pasado mes de noviembre y la posterior convocatoria de elecciones en febrero, el Gobierno de Dublín está en poder de la derecha, aunque en coalición con los laboristas.
Los liberales y democristianos, también de inclinación centroderecha, llevan las riendas en Polonia, Dinamarca, Países Bajos, Luxemburgo y Estonia.
En Bélgica, sigue estando en funciones como primer ministro el democristiano flamenco Yves Leterme, después de un año de infructuosas negociaciones para formar un gabinete con mayoría suficiente.
Finlandia permanece en manos de una coalición conservadora, a expensas de que se forme el nuevo ejecutivo tras el amplio avance de la ultraderecha en las elecciones del pasado mes de abril.
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