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España espera conocer en los próximos días detalles de la propuesta realizada por la primera ministra británica, Theresa May, sobre los derechos de los residentes comunitarios en el Reino Unido tras el "brexit" y confía en que pueda haber un acuerdo final en ese y otros aspectos. El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, escuchó de boca de May esa propuesta en la primera jornada del Consejo Europeo de Bruselas, y en la conferencia de prensa que ofreció hoy al término de la cumbre se congratuló de que su homóloga británica dé prioridad a los derechos de los ciudadanos, aunque mostró algunas reticencias.

May avanzó que la idea es conceder el estatus británico de establecimiento a cualquier ciudadano de la UE en el Reino Unido con cinco años de residencia en una fecha específica entre el momento de activación del artículo 50 de los tratados para la salida del país (marzo de 2017) y el momento de la marcha del país, prevista para marzo de 2019.

Y a cualquier ciudadano de la UE con menos de cinco años de residencia que llegue antes de la fecha de corte se le dará tiempo para quedarse hasta que cumpla esos cinco años para poder obtener el estatuto británico de establecimiento.

Esta es una de las cuestiones que llevan a Rajoy a esperar a que se conozcan los detalles de la propuesta de May, ya que quiere saber con exactitud en qué situación quedan esas personas hasta que cumplan los cinco años.

"Esa batalla la daremos", aseguró Rajoy, quien resumió su posición ante el planteamiento de la primera ministra británica diciendo que no le ha "sonado mal", pero "podía haber sonado mejor".

Rajoy, quien destacó que la prioridad de España es garantizar los derechos de sus ciudadanos, consideró que la cumbre concluida hoy se celebró en una de las etapas de mayor confianza y estabilidad de la UE en mucho tiempo.

A su juicio, se evidencia que los efectos de la crisis económica sobre la UE ya están quedando atrás y se adoptan decisiones para resolver los problemas de los europeos. Así, enumeró las decisiones y conclusiones de la cumbre en materia de lucha contra el terrorismo, seguridad, defensa, inmigración y economía.

Al citar este último apartado aprovechó para destacar la situación económica de España por su crecimiento "robusto", la creación de empleo, la reducción del déficit o el aumento continuado de las exportaciones.

Se declaró igualmente firme partidario del libre comercio y, por ello, mostró su satisfacción por la decisión de la UE de seguir avanzando por esa senda intentando llegar a acuerdos con otros países y mercados como Mercosur.

En ese contexto, ante el anuncio del PSOE de que finalmente se abstendrá en la votación en el Congreso del Tratado de Libre Comercio entre la UE y Canadá, subrayó que lo principal es que el Parlamento español lo apruebe. A su juicio, es muy difícil explicar por qué no apoyar un tratado como el de la UE y Canadá y advirtió de que a él le sería también muy difícil explicar en Bruselas por qué por culpa de España no habría un tratado de libre comercio con Canadá, ya que tiene que ser ratificado por los Parlamentos de todos los socios comunitarios.

Rajoy, quien felicitó a la UE por el Premio Princesa de Asturias de la Concordia que le fue otorgado esta misma semana, defendió asimismo la candidatura de Barcelona para ser sede de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) cuando abandone Londres debido al "brexit".

En esta cumbre, los líderes de la UE fijaron el procedimiento para decidir qué ciudades serán las nuevas sedes de la EMA y de la Autoridad Bancaria Europea (EBA), una decisión que se conocerá en noviembre.

El presidente del Gobierno cree que Barcelona reúne las mejores condiciones objetivas para albergar la Agencia Europea del Medicamento y para que sus actividades no se resienten por el traslado desde Londres. Al plantearle si los criterios fijados para la elección pueden beneficiar o perjudicar la candidatura de la Ciudad Condal, Rajoy dijo que lo más importante es que la elección se va a "objetivizar".