Los ministros de Economía de la eurozona han pedido en un tono "muy crítico" al ministro griego de Finanzas, Yanis Varoufakis, que "acelere" las negociaciones con la troika sobre el plan de reformas completo que le exige la UE a cambio de desbloquear un tramo de ayuda urgente del rescate.
"Seré bastante franco: ha sido una discusión muy crítica", ha dicho el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, al ser preguntado por si los ministros habían atacado a Varoufakis durante la reunión de Riga por la falta de progresos en las negociaciones".
Esperábamos escuchar resultados positivos y un acuerdo sobre el que decidir, y todavía estamos muy lejos de eso. Así que sí, fue una discusión muy crítica y hubo una gran sensación de urgencia en la habitación", ha resaltado Dijsselbloem.
Por su parte, el ministro de Economía, Luis de Guindos, se ha hecho eco de la "frustración" que las tácticas negociadoras del nuevo Gobierno heleno de Syriza han provocado en las instituciones de la troika y ha dicho que durante la reunión los ministros han puesto de manifiesto sus "dudas", "incertidumbres" y "sentido de urgencia".
"Ha sido un toque de atención importante al Gobierno griego de que esto hay que plantearlo, tanto desde el punto de vista de contenidos como desde el punto de vista de formas, de un modo distinto", ha señalado Guindos.
Varoufakis ha contestado a las críticas que "si hay una forma de hacer este proceso más eficaz y menos difícil, estamos abiertos a sugerencias", pero ha rechazado de plano que se vuelva a las antiguas misiones de la troika a Atenas. "A lo que nos resistiremos, no por razones dogmáticas sino porque pensamos que no funciona, es la idea de regresar a un proceso que fracasó tan miserablemente en el pasado", ha dejado claro.
Tras este intercambio de acusaciones, el Eurogrupo ha sido incapaz de acordar cómo podrían acelerarse las negociaciones y lo ha dejado en manos de la troika, según fuentes europeas. Tampoco se ha fijado un nuevo plazo para llegar a un acuerdo, aunque Guindos ha mencionado la próxima reunión prevista para el 11 de mayo.
Las negociaciones entre Grecia y sus acreedores apenas han avanzado desde el acuerdo del 20 de febrero para prorrogar cuatro meses el rescate debido a la resistencia del Gobierno de Syriza a la presencia de la troika en Atenas para examinar el estado de las cuentas helenas y a las fuertes discrepancias sobre las reformas necesarias en aspectos como el mercado laboral, las pensiones o la subida del IVA.
VARUFAKIS CONFIRMA DIFERENCIAS, PERO ASEGURA QUE HABRÁ UN ACUERDO RÁPIDO
El ministro de Finanzas de Grecia, Yanis Varufakis, confirmó que persisten "diferencias" entre Atenas y sus acreedores para lograr un acuerdo sobre las reformas que debe aplicar el país, aunque se mostró seguro de que se alcanzará rápidamente.
"Estamos de acuerdo en que el acuerdo será difícil, pero va a pasar y va a pasar rápido, porque es la única opción que tenemos", aseguró Varufakis en la rueda de prensa celebrada al término del encuentro informal del Eurogrupo en Riga.
El ministro heleno recalcó que las negociaciones han "convergido de manera sustancial en las últimas semanas" en cuestiones como el programa de privatizaciones, y señaló que Atenas ha ofrecido la creación de una autoridad fiscal "independiente y autónoma", así como reformar el sistema judicial y la administración.
"Miramos las últimas semanas y lo que vemos es convergencia. No tenemos una convergencia completa pero confiamos en que podemos tenerla", dijo Varufakis.
Preguntado por la diferencia entre las declaraciones de sus socios del euro, que hicieron hincapié en la necesidad de acelerar las negociaciones y lamentaron el tiempo perdido, el ministro griego señaló: "puedes elegir mirarlo como el vaso medio vacío o medio lleno, y nosotros elegimos la perspectiva optimista".
Respecto a los puntos en los que se mantienen las divergencias, Varufakis señaló a la petición de los acreedores de que se reduzcan las pensiones en Grecia.
También apuntó la oposición de Atenas de levantar la moratoria sobre los desahucios de primeras residencias, algo que consideró que sería perjudicial en un contexto en el que hay "un mercado inmobiliario muy deprimido" y ante la "crisis social".
Además, las divergencias persisten respecto al proceso de ajuste exigido al Gobierno heleno. "Este gobierno no quiere hacer lo que hicieron los anteriores: firmar objetivos de superávit primario que simplemente a nivel macroeconómico son imposibles de lograr", dijo.
En cuanto a las estrecheces de liquidez que afronta Atenas, Varufakis criticó que el Estado griego esté teniendo que hacer frente a los vencimientos de deuda con sus propios recursos, pese a que afirmó que en el marco del rescate se señalaba que debería hacerse con nuevos desembolsos del crédito.El ministro declinó dar detalles sobre la cantidad de liquidez de la que dispone aún el Gobierno.