El Capitolio de Estados Unidos fue evacuado durante unos minutos este miércoles después de que un avión con paracaidistas que se dirigía a un cercano partido de béisbol generara una falsa alarma en la sede del Congreso estadounidense.
Pasadas las 18:30 horas locales (22:30 GMT), la Policía del Capitolio avisó de que había ordenado la evacuación inmediata de todo el complejo parlamentario y de varios edificios aledaños, tras detectar que se acercaba a la zona un avión que tildó inicialmente de "probable amenaza".
Sin embargo, minutos después de alertar sobre el tema, la misma agencia subrayó en un comunicado que la evacuación se había producido "por precaución" y que no había "ninguna amenaza" activa contra el Capitolio.
Fuentes oficiales consultadas por las cadenas CNN y NBC aseguraron que la alarma la generó una aeronave monomotor que transportaba a paracaidistas del Ejército estadounidense que se dirigían al estadio de béisbol de Washington, ubicado a unos 2,5 kilómetros (1,5 millas) del Capitolio.
El avión no tenía "el permiso adecuado" para sobrevolar la zona y aparentemente el Pentágono no informó a la Policía del Capitolio de los planes de hacerlo, de acuerdo con las citadas cadenas.
Los paracaidistas completaron sin problemas su plan de lanzarse sobre el estadio del equipo local, los Nacionales, que habían programado ese espectáculo como homenaje a los militares del país justo antes del comienzo de su partido de este miércoles contra los Diamondbacks de Arizona.
El aviso de evacuación, que incluía también a la cercana Biblioteca del Congreso y al Jardín Botánico, generó alarma en las redes sociales, pero el pánico duró muy poco, pues la Policía avisó enseguida de que estaba preparando los edificios del complejo para que pudiera volverse a entrar en ellos.
La mayoría de los legisladores del Congreso se encontraban fuera de Washington, en un receso de dos semanas.
El Capitolio ha reforzado su seguridad tras el asalto a la sede del legislativo que protagonizaron el 6 de enero de 2021 cientos de seguidores radicales del entonces presidente estadounidense, Donald Trump. Cinco personas murieron y cerca de 140 agentes fueron agredidos en ese asalto, que fracasó en su objetivo de impedir que el Congreso ratificara la victoria electoral del ahora mandatario Joe Biden.