El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha dicho que su departamento está tratando de contactar con catorce españoles en Filipinas, tras el paso del tifón Haiyan, aunque ha señalado que no hay que "alarmarse demasiado" porque las comunicaciones están interrumpidas.
En declaraciones a los periodistas en el Congreso, García-Margallo ha explicado que, de esas catorce personas pendientes de ser localizadas, diez son turistas y cuatro residentes. Ha destacado que el ministerio a través de la embajada está trabajando desde el primer momento en localizar a estas personas y que en Madrid ya se ha puesto en marcha la sala de crisis de emergencias consulares.
El jefe de la diplomacia española ha señalado que la situación en el país "es dramática" por la fuerza del tifón, "el mayor del año", que afecta a una zona que tiene sacudidas sísmicas muy frecuentes. Ha subrayado también la "disponibilidad absoluta" de España para ayudar a Filipinas y ha recordado que este país era el único de la UE que tenía un equipo de emergencia sobre el terreno.
García-Margallo ha recordado que España enviará dos aviones con ayuda para los damnificados por el tifón, que ha causado ya más de 10.000 muertos, como respuesta humanitaria que el Ministerio de Exteriores ha cuantificado en total en más de un millón de euros.
De los 200.000 euros que anunció el Ministerio de Exteriores que sería donado a Filipinas, 150.000 se destinarán al fondo de emergencia de Cruz Internacional. Los 50.00 euros restantes servirán como apoyo financiero a la Oficina de Cooperación Española y la Embajada de Filipinas en España.
Además de esa aportación económica, la Agencia Española de Cooperación Internacional enviará en las próximas horas dos aviones con 15 y 40 toneladas de ayuda humanitaria de urgencia respectivamente, por un valor conjunto de 631.000 euros, incluido el coste del flete.
El cargamento de los aparatos, en el que ha colaborado Cruz Roja y organizaciones no gubernamentales, permitirá suministrar diariamente agua potable a más de 70.000 personas y llevará material de cobertura, como tiendas y mantas, así como raciones de emergencia para atender las necesidades básicas.