La ONU denuncia que los hombres del dictador Al Assad ejecutaron a la mayoría de las víctimas de Houla. Los datos de su informe son escalofriantes. Entre los muertos hay 49 niños y 34 mujeres, en muchos casos pertenecientes a la misma familia y que fueron disparados en sus propias casas. El mediador internacional Kofi Annan se ha entrevistado esta mañana con Assad en su enésimo intento de frenar la barbarie.
Familias enteras fueron ejecutadas en la matanza perpetrada en la localidad siria de Al Houla, en la región de Homs, según denunció hoy en Ginebra un portavoz de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos.
"En estos momentos hay indicaciones de que familias enteras recibieron disparos dentro de sus casas", dijo el portavoz Rupert Colville.
Sostuvo que las informaciones recogidas hasta ahora señalan que, de un total de 108 muertos -de los que 49 eran niños y 34 mujeres-, "menos de veinte" murieron como consecuencia del fuego de artillería y tanques.
El resto de las víctimas fue objeto de ejecuciones sumarias, "incluyendo la mayoría de niños asesinados" en dos acciones ocurridas en distintas partes del distrito de Al Houla, comentó Colville a Efe.
El portavoz explicó a la prensa que aunque "todavía estamos en la etapa preliminar de establecer exactamente lo ocurrido, testigos locales y supervivientes afirman que la mayoría de víctimas fueron ejecutadas por personas que describen como pertenecientes a la milicia (progubernamental) Shabiha".
También insistió en que la cifra total de víctimas es "temporal" y que hay estimaciones, no confirmadas, que apuntan a más de los 108 muertos verificados hasta ahora, algunos de los cuales podrían permanecer enterrados bajo los escombros causados por el fuego abierto con armamento pesado.
Las fuerzas de seguridad iniciaron un ataque contra una zona residencial de Al Houla a primeras horas de la tarde del viernes, en una ofensiva que continúo hasta las primeras horas de la mañana del sábado.
Posteriormente, miembros de la milicia Shabiha entraron en dos momentos en viviendas de distintas zonas de ese distrito para ejecutar a sus ocupantes, según las denuncias y testimonios recogidos.
"Tomará tiempo saber cuánta gente murió exactamente, pero el número es hasta cierto punto irrelevante. Se trata de un crimen atroz, con casi la mitad (de las víctimas) que eran niños", enfatizó Colville.
Preguntado sobre las fuentes de las denuncias recogidas por el Alto Comisionado para los Derechos Humanos, el portavoz dijo que por "obvias" razones de seguridad no podía ofrecer su identidad, pero garantizó que son confiables y diversas.
En estas circunstancias, Colville dijo que su organismo reitera la petición al Gobierno sirio para que autorice la entrada de los miembros de la Comisión Investigadora de la ONU para Siria, cuyo mandato es indagar sobre las violaciones a los derechos humanos en el contexto del conflicto interno.
El régimen sirio niega desde hace meses el permiso para que sus integrantes entren al país y puedan cumplir con la misión que la comunidad internacional les ha encomendado, por lo que hasta ahora han elaborado sus informes en base a fuentes indirectas y entrevistando a víctimas de abusos, refugiados y desertores que han logrado llegar a los países vecinos.
La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, ha planteado que el caso de Siria sea elevado a la Corte Penal Internacional por las evidencias que existen de que allí se han cometido crímenes contra la humanidad. EFE