El Gobierno socialista francés retiró hoy de su programa la ley sobre la familia que incluía la legalización de la fecundación asistida para lesbianas, una decisión recibida como "una victoria" por las organizaciones conservadoras del país que convocaron manifestaciones en su contra.
El Ejecutivo anunció esa decisión un día después de que diversas organizaciones conservadoras celebraran en París y en Lyon dos grandes manifestaciones, que reunieron a 120.000 personas, según cifras de la Policía.
Los organizadores de esas concentraciones cantaron "victoria" ante la decisión del Ejecutivo de retirar el proyecto, mientras que las asociaciones de homosexuales se declararon "decepcionadas" y "traicionadas".
La fecundación artificial para lesbianas figuraba inicialmente en el proyecto de la ley de matrimonios homosexuales.
Pero, ante la controversia que generó, el Ejecutivo decidió retirarla con el compromiso de presentarla en otra ley, más amplia, sobre la familia, que tenía previsto impulsar este año.
El texto iba a reformar el derecho de adopción de forma general, así como el de fecundación artificial para parejas heterosexuales y lesbianas.
Ese derecho para parejas del mismo sexo fue uno de los puntos que movilizó a más ciudadanos en las manifestaciones de ayer.
A primera hora de hoy, en declaraciones a la emisora de radio "RTL", el ministro del Interior, Manuel Valls, adelantaba que la ley sobre la familia no incluiría la legalización de la fecundación artificial para lesbianas.
Sus palabras generaron controversia incluso dentro del Partido Socialista, pero recibieron el respaldo del jefe del Gobierno y del aparato del partido.
El jefe del grupo parlamentario socialista, Bruno Le Roux, dejó entrever que la decisión no estaba tomada, mientras que el diputado Erwann Binet, relator de la ley que legalizó en mayo pasado los matrimonios entre personas homosexuales, consideró que las parejas de lesbianas debían tener el mismo derecho que las heterosexuales.
Las declaraciones contradictorias de las filas socialistas se sucedieron a lo largo de la jornada, mientras que sus aliados ecologistas acusaban al Gobierno de "ceder" ante "los sectores más retrógrados del país", en palabras del diputado verde Noël Mamere.
Los ecologistas aseguraron que, si no lo hacían los socialistas, ellos mismos presentarían enmiendas a la ley para legalizar ese derecho.
Finalmente, el Ejecutivo anunció que retira la ley por este año, oficialmente debido a lo cargada que está ya la agenda parlamentaria de 2014.
Pero, en realidad, diversos medios sugirieron que el Gobierno quiso evitar dar una imagen de división en esta cuestión.
Según la televisión "BFMTV", fue el presidente, François Hollande, quien intervino para retirar la ley, con el objetivo de centrar la actividad parlamentaria en los temas económicos, para que el país salga de la crisis, y evitar los asuntos sociales que dividen a la ciudadanía.
Algunos diputados socialistas no ocultaron su decepción, mientras que otros dijeron que un asunto tan sensible como la fecundación asistida para lesbianas solo puede debatirse en un clima de calma que no existe en la actualidad.
La portavoz de LGTB, la principal asociación representante de la comunidad homosexual de Francia, Sylvie Fondacci, acusó al Ejecutivo de "ceder" a la presión de los "sectores conservadores", que no dejan de "acosar a los homosexuales".
"No entendemos este cambio de postura que obligará a muchas lesbianas a acudir a otros países, como Bélgica o España, como si fueran clandestinas", aseguró a la cadena de televisión "BFMTV".
Mientras, la oposición conservadora de la UMP acusó a los socialistas de estar en "permanente ambigüedad" sobre este asunto, al tiempo que recordó las numerosas ocasiones en las que el presidente, el primer ministro y el propio Valls se han mostrado favorables a la fecundación asistida para lesbianas.