El primer ministro francés, Manuel Valls, indicó hoy que el número de patrullas militares desplegadas dentro del plan antiterrorista Vigipirate se va a incrementar en las próximas horas con entre 200 y 300 agentes para reforzar la seguridad ciudadana durante las vacaciones. La medida fue decidida en una reunión ministerial celebrada para analizar la respuesta que debe tomar el Estado ante los ataques registrados en los últimos días en Nantes, Dijon y Joué-lès-Tours, de los cuales el último se considera que tuvo una motivación yihadista.
En el encuentro participaron, entre otros, los responsables de Justicia, Defensa, Interior y Asuntos Sociales, el secretario de Estado de Transporte, los directores generales de la Policía Nacional y la Gendarmería, y el delegado interministerial para la lucha contra el racismo y el antisemitismo. "Hay que movilizar al conjunto de los servicios de seguridad y Justicia. Proteger a la vez a los franceses, y también a los agentes públicos", señaló Valls en una breve declaración al término de esa reunión.
El primer ministro precisó que esos más de 200 agentes se sumarán a los 780 que ya están en activo, y apuntó que la vigilancia se va a extremar con prioridad en zonas fuertemente frecuentadas, como las estaciones de transporte.
El Ejecutivo decidió además decantarse por las patrullas móviles en lugar de las estáticas, y evitar, en la medida de lo posible, que un solo agente vigile una zona pública.
"La amenaza terrorista es sin duda el mayor desafío de nuestra época", dijo Valls, que señaló la necesidad de "actuar con sangre fría" y de "no ofrecer la victoria del miedo a quienes quieren quebrantar la democracia".