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Mientras, los ministros de Exteriores del G7 apoyaron en su reunión en Italia fomentar una solución "política y no militar" en Siria con la participación de Rusia, Estados Unidos, Francia y el Reino Unido han presentado al Consejo de Seguridad de la ONU un nuevo proyecto de resolución sobre el reciente ataque químico en Siria, después de que su texto original fuese rechazado por Rusia.

Los ministros de Exteriores del G7 apoyaron hoy en su reunión en Italia fomentar una solución "política y no militar" en Siria con la participación de Rusia y rechazaron una propuesta británica de nuevas sanciones contra Moscú.

El jefe de la diplomacia italiana, Angelino Alfano, quien presidió la reunión del G7 en la ciudad toscana de Lucca, consideró que "no existe una solución puramente militar al conflicto de Siria", sino una política que garantice la aprobación de "una nueva Constitución y un proceso político" que culmine en la celebración de elecciones en el país.

En relación con las sanciones contra Moscú que habían sido defendidas por el titular británico de Exteriores, Boris Johnson, Alfano subrayó que "ahora mismo no hay consenso" y opinó que "es más productivo tratar de comprometer a Rusia a través del diálogo".

Estas fueron las conclusiones principales incluidas en la declaración conjunta de 30 páginas que se firmó al término de una reunión de dos días en Lucca.

En el documento, los ministros y representantes del G7 condenan la violencia en Siria, donde desde el inicio de la guerra en 2011 han muerto más de 320.000 personas, según cálculos conservadores, y más de 12 millones han abandonado sus hogares.

Y hacen un llamamiento "a todas las partes, en particular al régimen (del presidente sirio Bachar al Asad) y a sus defensores, incluidos Rusia e Irán", para que permitan la asistencia humanitaria "a la gente que la necesita".

La crisis en Siria fue una de las prioridades incluidas en la agenda de estos días, después del ataque químico del 4 de abril del que Occidente responsabiliza al régimen de Asad y que fue respondido por Estados Unidos con el bombardeo con misiles de crucero Tomahawk de una base siria.

Pero, además, los países del G7 están preocupados por el incondicional apoyo del Kremlin a Siria y, por ello, coinciden en la necesidad de aunar esfuerzos y negociar con Rusia para que "se convierta en un socio de cooperación".

"Necesitamos dialogar con Rusia, evitando aislarla y también alentando a (el mandatario ruso Vladímir) Putin para que ponga fin al apoyo" al régimen del presidente sirio, porque Moscú "tiene toda la fuerza para presionar a Asad para que decrete el alto el fuego", dijo Alfano.

El diálogo y no la imposición de sanciones contra Rusia fue la máxima defendida por Italia, confirmó el titular italiano, a pesar de que en las reuniones su homólogo británico Johnson era partidario de esta última opción.

NUEVA RESOLUCION EN LA ONU

Mientras, Estados Unidos, Francia y el Reino Unido han presentado al Consejo de Seguridad de la ONU un nuevo proyecto de resolución sobre el reciente ataque químico en Siria, después de que su texto original fuese rechazado por Rusia. Según el representante británico, Matthew Rycroft, se trata de un borrador "revisado" que condena el uso de armas químicas y requiere "plena cooperación" con la investigación internacional del suceso.

"Todos los miembros del Consejo de Seguridad deberían apoyarlo", apuntó el embajador británico a través de la red social Twitter.

"No podemos simplemente rendirnos. Hay demasiado en juego", dijo por su parte a los periodistas el embajador francés ante la ONU, François Delattre.

Washington, París y Londres presentaron la semana pasada un proyecto de resolución que fue considerado "inaceptable" por Rusia, que planteó su propia propuesta alternativa, que a su vez fue rechazada por las potencias occidentales.

El Consejo de Seguridad discutió sin éxito la cuestión durante horas el pasado jueves, justo antes de que Estados Unidos lanzase decenas de misiles contra una base aérea siria en respuesta al uso de armas químicas en Jan Shijún, del que la Casa Blanca y sus aliados responsabilizan al régimen de Bachar al Asad.

Al día siguiente, los quince países se reunieron de urgencia para analizar la acción estadounidense, en una tensa sesión en la que Estados Unidos y Rusia se cruzaron duras acusaciones.

El presidente ruso, Vladímir Putin, insistió hoy en que cualquier decisión debe adoptarse solo después de una investigación e insistió en que Al Asad no estuvo detrás del ataque de la semana pasada.

Según Putin, Moscú tiene información de que se preparan nuevas "provocaciones" sobre ataques químicos en Siria para culpar al régimen de Damasco.

La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) está ya investigando lo ocurrido en Jan Shijún, donde murieron decenas de personas en un aparente ataque químico.