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El presidente de Gambia, Yahya Jammeh, ha decretado con efecto inmediato la prohibición de la mutilación genital femenina en el país, después de llegar a la conclusión de que se trata de una práctica tradicional y no dictada por la religión musulmana.

"El presidente Jammeh ha tomado la decisión tras comprobar que no hay ningún precepto del Islam que justifique esta práctica y considerar que debe de ser abolida definitivamente en Gambia", dijo hoy a EFE por teléfono Sheriff Bojang, ministro de Información de este minúsculo país del oeste de África.

El presidente decretó la prohibición al establecer que la ablación femenina tiene graves consecuencias físicas y psíquicas para quienes son sometidas a ella, explicó el ministro, cuyo Gobierno había recibido llamamientos internacionales para poner fin a esta práctica.

"Ha tomado la decisión para proteger a las niñas gambianas", agregó Bojang, que aseguró que la medida recibirá el apoyo de las mujeres del país y dejó claro que no habrá marcha atrás: "la ablación está abolida en Gambia".

Se trata de una práctica generalizada en algunas partes de África subsahariana y en Gambia, donde un 80 por ciento de la población femenina del país ha sufrido la mutilación genital femenina, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Gambia tiene una población de menos de dos millones de personas, un 90 por ciento de las cuales profesan la fe islámica.

El presidente Yahya Jammeh dirige con mano de hierro el país desde que tomara el poder con un golpe de Estado en 1994 y su régimen ha sido acusado de graves violaciones de los derechos humanos.

Jammeh se ha caracterizado también por su beligerancia hacia los homosexuales, a quienes ha llegado a calificar de "alimañas" y relacionado con enfermedades como la lepra, la tuberculosis o la gonorrea.