Grecia, empobrecida por cinco años consecutivos de recesión, termina hoy a la medianoche su campaña para las elecciones legislativas del domingo con el fantasma de su salida del euro, que ha disparado las alarmas en los mercados financieros, planeando en los discursos de los líderes políticos.
"Ahora sufrimos, podemos vivir sin el euro", reza el cartel de un pequeño movimiento ciudadano colgado en el centro de Atenas y que, significativamente, está pintado con los colores de la bandera de España, cuyo rescate también se ha introducido en la campaña electoral griega.
"¿España? España es la siguiente, y luego vendrá Italia. Deberíamos salirnos del euro porque desde que entramos en la eurozona, los precios no han parado de subir", se queja el parroquiano de un bar del centro de la capital griega.
A juzgar por encuestas y estudios diversos, los griegos que desean que su país retorne al dracma son una exigua minoría -poco más del diez por ciento de la población-, pero el debate sobre el futuro de la moneda única europea se ha instalado con fuerza en el debate político.
Los últimos sondeos sitúan a los dos principales contendientes, la conservadora Nueva Democracia (ND) y a la izquierdista Syriza, a la par en intención de voto, aunque en tendencia descendente para el partido progresista, a pesar de que hasta hace unos días dominaba con algunos puntos de ventaja en las encuestas "secretas" que reciben los partidos políticos (en Grecia los sondeos no pueden ser hechos públicos durante las dos semanas previas a los comicios).
Según dijeron fuentes de Syriza a Efe, de los siete sondeos recibidos hoy por la formación izquierdista, cinco dan un empate técnico entre los dos primeros partidos y otros dos señalan que ND se sitúa un punto y medio por encima en intención de voto.
Otro dato que reflejan estas encuestas es que el número de indecisos ha aumentado del siete al once por ciento de los votantes.
Las encuestas de la formación conservadora otorgan a ND en torno a dos puntos de ventaja.
Sin embargo, ni los conservadores -partidarios de renegociar las medidas de austeridad impuestas por Bruselas a cambio de los dos rescates- ni los izquierdistas -que piden su abolición, aunque en los últimos días han moderado su postura- dispondrían de una mayoría suficiente para gobernar en solitario.
Por eso, deberán pactar con alguno de los otros cinco partidos que se espera entren en el Parlamento y que cosecharían entre el tres y el diez por ciento de los votos por formación.
"Nos dicen: 'No pongáis vuestro dinero en Grecia porque va a salir del euro'. Pero Grecia no va a salir del euro, porque a partir del lunes se terminará la austeridad y las medidas que llevan a Grecia fuera del euro, la bancarrota y la pobreza", afirmó el líder de Syriza, el joven Alexis Tsipras, en uno de sus últimos actos públicos antes del cierre de campaña.
Para Tsipras son las actuales medidas de austeridad las que han profundizado la recesión y causado una espiral de endeudamiento que podría llevar al país a abandonar el euro, conocida como "Grexit".
Los conservadores comparten en parte este argumento y, de hecho, su líder, Andonis Samarás, prometió que si gana los comicios renegociará los términos del memorándum de austeridad, pero descarta lo que considera una propuesta "unilateral" de Syriza.
Samarás también acusó al partido izquierdista de estar "jugando con Grecia" puesto que, según dijo, el rechazo al memorándum será aprovechado por la "minoría de países de la UE que está esperando la oportunidad para echar a Grecia fuera del euro".
ND cree que Syriza mantiene una "agenda oculta" para salir del euro, algo que la formación izquierdista niega, aunque reconoce que, para ellos, "el euro no es un fetiche".
"Si para preservar la eurozona tenemos que tener a los trabajadores siempre con el cuchillo al cuello, entonces el euro no es un fetiche para nosotros", explicó hoy a Efe uno de los responsables económicos de Syriza, Zeodoros Dritsas.
En todo caso, aseguró que la estrategia principal de su partido pasa por mantenerse en la moneda común ya que, en su opinión, no hay relación entre las medidas de austeridad y la permanencia de Grecia en la eurozona.
En cambio, el asesor económico de Samarás, el profesor de Oxford Dimitrios Tsomocos, considera que la estrategia de Syriza llevará a la temida "Grexit".
Es que si el futuro Gobierno griego rompe el acuerdo con Bruselas, los socios europeos se negarán a seguir financiando a Grecia que, incapaz de financiarse en los mercados internacionales, deberá decretar una suspensión de pagos de salarios y pensiones, abriendo el camino a la salida del euro.