Gucci acapara la atención en el arranque de la Semana de la Moda de Milán
La firma italiana Gucci acaparó hoy toda la atención en la primera jornada de la Semana de la Moda de Milán, con una colección para la temporada primavera-verano 2011 puesta al servicio de la seducción, muy sofisticada, pero con tejidos y colores poco veraniegos que eliminan las fronteras estacionales.
Esta semana de la moda tendrá un calendario más equilibrado que en su anterior edición, que estuvo marcada por la gurú de la moda y directora estadounidense de Vogue, Anne Wintour, que presionó a los organizadores para concentrar las grandes citas en el fin de semana.
Los grandes nombres Dolce & Gabanna, Gucci, Versace, Max Mara, Roberto Cavalli o Giorgio Armani se reparten esta vez entre las siete jornadas de certamen, hasta el próximo 28 de septiembre, lo que ha obligado a Wintour a estar presente desde hoy.
El primero en deslumbrar fue Gucci, con una particular fusión que apunta a un verano cargado de pieles y tejidos animales, menos fresco y más salvaje.
Botas convertidas en sandalias y viceversa; zapatos "peep toe" que se prolongan casi hasta la rodilla combinados con vestidos de piel ajustados; cazadoras de cuero con pantalones de tiro alto; tonos otoñales como el color camello para las prendas diurnas y dominio del negro en las piezas destinadas a la noche.
Pero también escotes de infarto, tacones de vértigo en tonos dorados y vestidos tubo con combinaciones insólitas, como el verde esmeralda con turquesa, o el azul iris con naranja curry.
Además, minivestidos hechos a base de plumas, con cierto aire tribal, y bolsos de bambú, para una mujer exótica y provocadora.
Así entiende Gucci esta fusión entre lo urbano y lo salvaje que marca la tendencia del próximo verano y que se concretó también en en la banda sonora del desfile, acompañado de tambores étnicos y piezas de Johannes Brahms.
Según Frida Giannini, responsable de la colección, el nuevo armario veraniego de Gucci pretende reivindicar "una elegancia muy sofisticada, sexy y sensual".
"He pensado en las mujeres icono de los años setenta, que son mi referencia estilística, y también está el recuerdo de un viaje que hice a Marrakech", explicó la diseñadora.
Aunque Gucci fue el plato fuerte del día, tampoco decepcionaron las otras propuestas de la jornada, con las colecciones de Roccobarocco, Alberta Ferretti y John Richmond.
La firma napolitana destacó por sus colores vivos y la combinación de camisas de tejido animal con pantalones ajustados de un corto extremo.
Ferretti sedujo con los toques juveniles y prendas ligeras, vaporosas, hechas de gasa o seda, y muchos contrastes, con vestidos extralargos o pantalones casi "culotte", que se esconden debajo de tradicionales cárdigans o camisas de lino.
Richmond, en cambio, viajó a una feminidad más hippie, con vestidos cortos desteñidos, pantalones estampados de campana, bolsos gigantes y blusas chifón.
Fuera de la pasarela oficial no pasó desapercibida Elena Mirò, la casa de las tallas grandes, que presentó su colección rodeada de polémica por la decisión de la Cámara de la Moda de Milán de retirar los desfiles de diez marcas para "mantener alta la imagen de creatividad y del estilo prêt-à-porter".
Elena Mirò respondió a esta censura con "El hechizo de Amalfi", una colección inspirada en el verano templado de la Costa Amalfitana, y con el anuncio de la convocatoria en internet de un casting internacional para modelos de "tallas normales".
Mañana desfilarán Dolce & Gabbana, Prada, Fendi y Lorenzo Riva, entre otros.
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