Ucranianos cruzan un puente destruido a la entrada de la ciudad de Irpin | EFE
(Actualizado

La organización de derechos humanos Human Rights Watch (HRW) denunció este domingo en un informe que en las zonas de Ucrania bajo control ruso se han cometido "ejecuciones sumarias" y "otros graves abusos" que podrían constituir crímenes de guerra.

La ONG afirma haber documentado entre el 27 de febrero y el 14 de marzo varios casos en que las fuerzas rusas cometieron lo que constituirían crímenes de guerra contra civiles en zonas ocupadas en las regiones de Chernígov, Járkov y Kiev.

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Según un comunicado de la organización, dichos casos incluyen una violación, dos ejecuciones sumarias, de seis hombres en una ocasión y de uno en otra, y otras instancias de violencia y amenazas contra civiles.

Las ejecuciones sumarias documentadas en base a entrevistas con testigos se produjeron el 4 de marzo en Bucha, al noroeste de la capital, y el 27 de febrero en Staryi Bykiv, en la región de Chernígov (norte).

"Los encontramos tirados con agujeros de bala en las cabezas. Tenían las manos atadas a la espalda"

En este último caso, una vecina de una localidad próxima que habló con testigos presenciales contó a HRW que mientras la gente se refugiaba en los sótanos debido al fuego de mortero y los soldados fueron casa por casa y se llevaron a hombres supuestamente para interrogarles.

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"Los encontramos tirados con agujeros de bala en las cabezas. Tenían las manos atadas a la espalda", contó a la organización "Viktoria", la madre de uno de los seis jóvenes ejecutados, que agregó que los soldados no le dejaron recoger el cuerpo durante varios días.

En Bucha, un suburbio de Kiev, una mujer entrevistada por HRW recordó que las fuerzas rusas juntaron a vecinos en la plaza e inspeccionaron los documentos de identidad y teléfonos móviles de los presentes, además de preguntar quién pertenecía a las fuerzas de defensa territorial.

Más tarde trajeron a cinco hombres y les ordenaron arrodillarse en el suelo. "Le dispararon a uno de ellos en la cabeza," declaró la mujer, que agregó que el comandante ruso dijo al resto de vecinos: "Estamos aquí para limpiaros de esta escoria".

Por otro lado, una mujer de 31 años la región de Járkov (noreste) contó a la ONG que un soldado ruso la violó en repetidas ocasiones en la escuela en la que se refugiaba con su familia, y además la golpeó y realizó cortes en su cara y cuello con un cuchillo.

"Todo el tiempo me apuntó a la sien o a la cara con su arma. Dos veces disparó al techo y dijo que era para darme más motivación," contó la mujer, identificada como "Olga" que se encontraba en el refugio de la escuela con su hija de cinco años.

La mujer más tarde caminó con su familia de la localidad de Malaya Rohan a Chernígov, donde recibió asistencia médica y contactó a las autoridades para denunciar los hechos.

HRW agregó que ha recibido otras alegaciones de violencia sexual por parte de soldados rusos en la región de Chernígov y en Mariúpol (sur), pero no ha podido verificarlas de forma independiente.

"Los casos de violación, asesinato y otros actos violentos contra la población custodiada por las fuerzas rusas deberían ser investigados como crímenes de guerra," declaró el director de HRW para Europa, Hugh Williamson.

"Rusia tiene la obligación legal de investigar de forma imparcial los supuestos crímenes de guerra de sus soldados," agregó.

MASACRE DE CIVILES EN BUCHA

Tras la retirada de las fuerzas rusas de los suburbios del norte de Kiev, los medios ucranianos han informado del hallazgo de decenas de cuerpos sin vida maniatados, abandonados en las calles, en lo que parecen haber sido ejecuciones sumarias.

El alcalde de Bucha, Anatoli Fedoruk, afirmó ayer que las autoridades locales recogieron de las calles 280 cuerpos y los enterraron en una fosa común.

"Algunos estaban tirados en la acera, otros al lado de un coche o de una bicicleta," afirmó en un vídeo difundido por Facebook en el que contó que 280 cadáveres habían sido enterrados ya en una fosa común ante la imposibilidad de usar el cementerio municipal.

En la zona se registraron combates especialmente cruentos cuando las tropas rusas trataban de rodear Kiev y los habitantes sufrieron además una difícil situación humanitaria debido a los cortes de suministro.

El pasado 13 de marzo, los servicios sanitarios locales de Bucha informaron de que por lo menos 67 civiles habían sido enterrados ya en una fosa común.

El ministro de Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, pidió este sábado el envío de una misión de la Corte Penal Internacional (CPI) al distrito kievita de Bucha, después de que fueran hallados varios cientos de cadáveres de civiles.

Kuleba pidió a la CPI y a otras organizaciones internacionales que acudiesen a Bucha y al resto de zonas del norte de la capital que estuvieron hasta el viernes bajo control ruso para recoger pruebas de posibles crímenes de guerra.

"La masacre de Bucha fue deliberada. Los rusos quieren eliminar a tantos ucranianos como puedan," afirmó en Twitter el ministro, que instó además la comunidad internacional a imponer "sanciones devastadoras contra Moscú.