HRW denuncia una nueva ola de represión  contra los homosexuales en Chechenia

La organización Human Rights Watch (HRW) ha denunciado este miércoles la detención, humillación y tortura a hombres que presumen ser homosexuales o bisexuales por parte de la Policía en Chechenia.

Según HRW, la nueva ola represión se produce en un contexto de impunidad para la "purga" de hombres homosexuales y bisexuales en 2017 y ha instado a las autoridades rusas a llevar a cabo una investigación sobre los abusos contra el colectivo.

"No hubo nada que se pareciera remotamente a una investigación efectiva sobre la purga anti-gay de 2017, cuando la Policía chechena detuvo y torturó a decenas de hombres que sospechaban que eran homosexuales", ha subrayado la subdirectora para Europa y Asia Central de HRW, Rachel Denber.

Cuatro hombres entrevistados por HRW y que fueron detenidos entre 3 y 20 días, entre diciembre de 2018 y febrero de este año, han afirmado que la Policía les pegó con palos y tubos de polipropileno y tres de ellos aseguran que fueron torturados con descargas eléctricas.

Según la organización, uno de los detenidos ha recalcado que la Policía le entregó a su familia, exponiendo su orientación sexual y alentando a sus familiares de manera indirecta a que le mataran.

Además todos los hombres entrevistados han dicho que durante su detención se les negó la comida y que únicamente tenían un acceso limitado al agua.

Activistas rusos defensores de los derechos LGTB han afirmado que la Policía chechena detuvo a al menos 23 hombres entre diciembre y abril debido a su orientación sexual, según ha recogido HRW.

Las autoridades chechenas han negado la nueva ola de persecución. "Esto es una mentira absoluta (...) No hubo detenciones por orientación sexual en los periodos indicados en la República de Chechenia", ha indicado Alvi Karimov, portavoz del gobernador de Chechenia, Ramzan Kadyrov.

HRW ha instado a las autoridades rusas a investigar "de inmediato" la nueva ola de "tortura y humillación por parte de la Policía chechena".

"Las investigaciones deben llevarse a cabo a nivel federal con garantías de seguridad proporcionadas a las víctimas y testigos que se presentan y a sus familias. De lo contrario, podemos esperar más episodios de este abuso depravado", ha añadido Denber.