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Al menos 23 jóvenes han resultado heridos en un violento enfrentamiento entre estudiantes saharauis y pro marroquíes en el instituto Mulay Rachid de la ciudad de Esmara, en el Sahara Occidental, informaron a Efe fuentes oficiales.

Un responsable oficial de la "amala" (prefectura) de El Aaiún explicó que sólo cinco de los estudiantes permanecen todavía en el hospital provincial, aunque están fuera de peligro, después de una pelea entre los jóvenes, "todos ellos originarios de Esmara", según la fuente.

En el enfrentamiento, los estudiantes se golpearon y se arrojaron piedras, señaló la fuente, quien agregó que hubo "elementos que han intentado instrumentalizar la pelea por otros motivos", sin dar más detalles.

Según había asegurado previamente a Efe un testigo presencial, la mayoría de los heridos son chicas que estudian en el centro educativo, y añadió que la policía marroquí ha establecido un perímetro de seguridad en torno al instituto.

Entre los heridos se encuentra también Fatma El Adli, miembro del Consejo Municipal (Ayuntamiento) de la ciudad, quien recibió un golpe en la cabeza al acercarse al lugar para comprobar qué estaba sucediendo.

Una fuente saharaui señaló a Efe que la disputa se originó después de que un marroquí intentase sacar una bandera de Marruecos junto al instituto, una acción que estudiantes saharauis intentaron impedir.

Otras fuentes, sin embargo, indican que la presencia de civiles marroquíes en el lugar obedece a la intención de estudiantes saharauis a favor de la autodeterminación de celebrar una manifestación dentro del instituto.

Las fuentes señalaron que no se han practicado detenciones, si bien este extremo no pudo ser confirmado.

Asociaciones de derechos humanos han criticado en los últimos días el "clima de odio" que reina en las ciudades del Sahara Occidental tras el desmantelamiento el pasado 8 de noviembre del campamento saharaui de protesta de Gdaim Izik y los posteriores disturbios en la ciudad de El Aaiún, en los que murieron al menos 13 personas.

Esas mismas asociaciones han hecho hincapié en la desconfianza existente en la actualidad entre la comunidad saharaui y la marroquí después de la participación de civiles marroquíes en asaltos a hogares y comercios, y de la implicación de saharauis en la muerte de once policías -varios degollados- en los disturbios de El Aaiún.

Estos incidentes llegan apenas unos días después de que el rey Mohamed VI reemplazase el pasado viernes al "wali" (gobernador civil) de El Aaiún, Mohamed Jelmus, por el saharaui Jalil Djil, en un movimiento que ha sido interpretado como un intento de aproximar las posiciones y rebajar la tensión en la ex colonia española.