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El presidente francés, François Hollande, dijo hoy en Londres que, al igual que el primer ministro británico, David Cameron, apoya una estrategia económica que lleve al "crecimiento y la recuperación" en Europa.

En una rueda de prensa conjunta, el conservador Cameron dijo que coincide con el socialista Hollande en la necesidad de que el euro sea una moneda "fuerte y estable", y que se apliquen "con rapidez" los acuerdos del Consejo Europeo celebrado a final de junio.

Al término de un almuerzo en el que trataron la estabilidad financiera de la eurozona, ambos dirigentes con posturas ideológicas divergentes indicaron que Francia y el Reino Unido son dos socios que mantienen una relación "valiosa y esencial", basada en "intereses comunes".

Cameron dijo que los presupuestos de los países de la UE no deben crecer "hasta niveles inaceptables" pues "no hay que gastar más, hay que gastar mejor", en lo que aseguró también que mantiene coincidencias con Hollande.

Fue la primera reunión en Londres de ambos políticos desde que Hollande fue elegido presidente francés en mayo, después de que durante la campaña electoral Cameron no recibiese al líder socialista galo en una visita a la capital británica.

En la rueda de prensa, tanto Cameron como Hollande admitieron sus diferencias ideológicas y sus distintas visiones sobre el futuro de la Unión Europea (UE) pero señalaron, en palabras del "premier" británico, que son políticos "razonables y prácticos" que "quieren lo mejor para sus países", que tienen "intereses comunes".

En mayo pasado, durante la reunión del G20 en México, David Cameron llegó a decir que pondría una "alfombra roja" a las empresas francesas que se marchasen al Reino Unido, huyendo de los altos impuestos para las rentas altas decididos por Hollande.

Al ser preguntado sobre sus diferencias en el pasado, el presidente francés lo achacó hoy a "dinámicas propias de las campañas electorales", que aseguró comprender, pero destacó que ambos son ahora jefes de Estado que buscan lo mejor para sus países.

En este sentido, Cameron se explayó al señalar las coincidencias en política internacional entre Francia y el Reino Unido en asuntos como Siria, Libia, Irán, defensa y política energética, si bien admitió discrepancias en cuanto a la regulación de la City (centro financiero) de Londres.

En este sentido, Hollande opinó que escándalos recientes como el de la manipulación del Libor -tipo de interés interbancario fijado en Londres- por parte de Barclays muestran la necesidad de "controlar" y "regular" al sector financiero, mientras Cameron abogó para que el Reino Unido sea el país "más competitivo" y "el mejor lugar para los negocios".

En cuanto a la crisis europea, el "premier" británico opinó que la eurozona "tiene que integrarse más" y que los países de la UE pueden mantener "relaciones distintas", si bien admitió, como ha hecho otras veces, que Londres "no está contento con la relación actual".