Los principales sindicatos franceses han convocado para este martes una huelga general contra los planes del Gobierno presidido por Nicolas Sarkozy para elevar la edad de jubilación, así como varios manifestaciones en diferentes puntos del país a la que esperan que asistan más de dos millones de personas, lo que podría provocar serios trastornos en el país desde la tarde del lunes.
Las protestas, en su mayoría convocadas en las últimas 24 horas y organizadas para que coincidan con la presentación mañana martes de un proyecto de reforma del sistema de pensiones en el Parlamento, podrían afectar gravemente al transporte público y a las escuelas.
Los principales sindicatos han instado a los empleados del sector privado a unirse a los trabajadores estatales para un paro de un día y a salir a protestar a las calles, donde esperan superar las dos millones de personas que registraron en una manifestación similar celebrada en el mes de junio.
El líder del sindicato CGT, Bernard Thibault, recalcó que el sistema de pensiones está atravesando "un momento grave" y que la jornada de huelga podría ser una oportunidad "excepcional". "Si es excepcional, podríamos tener un punto de retorno", agregó.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, reconoce que el Gobierno está preparado para hacer algunas concesiones, pero recalca que no retrocederá en lo esencial de la reforma: subir la edad mínima de jubilación a 62 años desde los 60, y la edad a la cual los ciudadanos se pueden retirar con una pensión completa desde los 65 años a los 67.
Según una encuesta publicada hoy, tres de cada cuatro franceses apoya las protestas contra una reforma que dos tercios de la población considera "injusta". Sin embargo, según el sondeo de Obea-Infraforces, un 65% de los franceses cree que estas manifestaciones no tendrán impacto alguno.
Por su parte, el portavoz de la división de trabajadores ferroviarios de la CGT, Didier Le Reste, denunció lo que definió como una reforma "brutal" y aseguró al diario 'Le Parisien' que un 60% de los conductores de trenes se unirá a la huelga.
La compañía estatal de ferrocarriles de Francia SNCF explicó que los servicios de trenes a nivel nacional se reducirán en al menos un 50%, mientras que el Eurostar, que une el país galo con el Reino Unido, está previsto que funcione con normalidad, y que otros servicios internacionales operen cerca de su capacidad total.
En principio, el paro comenzará a las 20.00 horas del lunes en la red de ferrocarriles y en la red de transporte urbano de París RATP, donde se espera que el tren subterráneo reduzca a la mitad su frecuencia habitual.
Respecto al tráfico aéreo, Air France apuntó que los vuelos de corto y mediano alcance se reducirán el martes en comparación con un día normal a un 50% en el aeropuerto Orly del sur de París y a un 90% en la terminal Charles de Gaulle, mientras que no se esperan consecuencias en los vuelos de largo alcance.