El potente ciclón Irma pasa hoy entre Bahamas y la costa norte de Cuba en su camino hacia Florida (EE.UU.), en un mar del Caribe que tiene además otro ciclón de categoría 4, José, siguiendo su estela en el Atlántico y a Katia, que se fortalece rumbo a México.
El que más preocupa es Irma, que ya ha provocado al menos una docena de muertes y enormes daños materiales en el Caribe, pues los expertos del Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos prevén que cruce la península de Florida de norte a sur.
El gobernador de Florida, Rick Scott, no deja de insistir en que el huracán Irma es "catastrófico", el peor que el "estado nunca ha visto antes".
Alerta de que este ciclón, con vientos huracanados que se sienten hasta 110 kilómetros desde su ojo y hasta 295 para los de tormenta tropical, es más ancho que todo el estado, por lo que los más de 20 millones de sus habitantes, que lo convierten en el tercero más populoso de Estados Unidos, están en peligro "mortal".
Scott destaca que nadie se debe dejar engañar por el hecho de que la fuerza de Irma vaya oscilando y ya no tenga los vientos de 295 kilómetros por hora que llegó a generar, pues sigue con vientos máximos sostenidos de 250 kilómetros, al borde de ser nuevamente de categoría 5.
El NHC indicó en su último boletín que el núcleo de Irma pasará hoy entre las islas centrales del archipiélago de Bahamas y la costa norte de Cuba.
Irma, considerado por el NHC como el huracán más potente que se haya generado desde que se tiene registros en aguas abiertas del Atlántico, podría dejar hasta el próximo martes de 127 a 254 milímetros de agua, con zonas aisladas con hasta 508 milímetros en el norte de Cuba y el sur de Bahamas.
Para el sur de Cuba, los meteorólogos estadounidenses prevén que caigan entre 100 a 200 milímetros, aunque podrían alcanzarse los 304 milímetros.
También de categoría 4 y en el Atlántico se encuentra José, que ha ido tomando fuerza, ya genera vientos máximos sostenidos de 240 kilómetros por hora y se mueve rumbo al este-sureste hacia las Antillas Menores, que todavía intentan recuperarse del embate hace escasos días de Irma.
Tras pasar por este conjunto de islas este sábado, se producirá un giro gradual hacia el noroeste con una disminución en la velocidad de traslación y se dirigirá hacia aguas abiertas mientras se va debilitando, aunque podría afectar la próxima semana a las Bermudas.
Otro fenómeno que puede ser categoría mayor en las próximas horas es Katia, que se encuentra en el golfo de México y está previsto que toque tierra en México esta madrugada como huracán mayor, lo que supone vientos máximos sostenidos superiores a los 178 kilómetros por hora.
Por ahora, es de categoría 2 y sus vientos son ya de 165 kilómetros por hora, aunque, tras tocar tierra, está previsto que se degrade rápidamente a tormenta tropical.
Katia se encuentra a unos 220 kilómetros al sureste de Tampico y a 210 kilómetros al norte de Veracruz, en México, hacia donde se desplaza con una velocidad de 9 kilómetros por hora.
Por ello, las alertas de paso de huracán llevan activas desde ayer en la zona situada entre Cabo Rojo y Laguna Verde, mientras que el aviso de vientos con fuerza de tormenta tropical (hasta 118 kilómetros por hora) se ha emitido desde el norte de Cabo Rojo a Río Panuco y del sur de Laguna Verde a Puerto Veracruz.
Además de los vientos se prevé una "peligrosa" marejada que podría elevar el nivel del mar de 1,5 a 2,1 metros, a la que podrían sumarse "grandes y destructivas" olas.
Los meteorólogos del NHC prevén que Katia deje fuertes precipitaciones de 254 a 381 milímetros sobre el norte de Veracruz, el este de Hidalgo y Puebla.
Mientras, en Florida cientos de miles de residentes del sur del estado han evacuado la zona y los que decidieron quedarse ultiman los preparativos ante la llegada del huracán, especialmente la búsqueda de reservas de agua y comida, reforzar puertas y ventanas y comprar gasolina, mientras que más de 10.000 personas han buscado cobijo en una docena de refugios.
Pero la recomendación de las autoridades es salir, como hizo el alcalde del condado de Miami-Dade, Carlos Giménez, que animó a los residentes a abandonar las zonas de evacuación obligatoria, pues quedan 36 horas antes de que llegue el huracán, "tiempo suficiente" para escapar de allí.