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En un acto histórico, la reina Isabel II de Inglaterra y el viceprimer ministro norirlandés y excomandante del inactivo IRA, el republicano Martin McGuinness, se han dado la mano durante una reunión celebrada en Belfast. Este encuentro ha sido a puerta cerrada en un teatro de la capital norirlandesa, pero fue captado por una cámara de televisión y las imágenes difundidas después por las cadenas británicas.

Este gesto certifica el éxito del proceso de paz y sella la reconciliación entre dos antiguos enemigos, representados por la soberana y el exdirigente paramilitar, símbolos del vínculo de la provincia con el Reino Unido y de la oposición a la presencia británica en Irlanda del Norte, respectivamente.

El apretón de manos fue captado también por una cámara de fotos y se espera que las instantáneas se hagan públicas a lo largo de la jornada de hoy, la última de la visita de dos días de la soberana británica a la provincia.

También estuvieron presentes, entre otros, el ministro principal norirlandés, el unionista Peter Robinson, y el presidente de la República de Irlanda, Michael D. Higgins, así como los artistas locales Barry Douglas, Michael Longley, Adrian Dunbar y Conleth Hill.

Después, esta comitiva recorrió las instalaciones del Teatro Lírico de Belfast para comentar varias obras de arte con Isabel II, que para la ocasión, eligió un abrigo, traje y sombrero verdes, el color de Irlanda, a juego con la corbata del nacionalista McGuinness.

La organizadora de la recepción, la ONG "Co-operation Ireland", obsequió a la reina con una pieza de cerámica elaborada en la localidad norirlandesa de Beleek para celebrar sus 60 años en el trono, el llamado Jubileo de Diamante.

No obstante, un portavoz del Sinn Fein recalcó hoy que la formación se ha desmarcado de las celebraciones del Jubileo, al tiempo que insistió en que el histórico encuentro entre ambos se enmarca en el contexto del proceso de paz.

Hace poco más de un año, el Sinn Fein se opuso a la visita que la Reina efectuó a la República de Irlanda, la primera de un monarca británico a ese país desde su independencia del Reino Unido en 1921. Entonces, la formación republicana consideró que las heridas del pasado aún no se habían cerrado, aunque su opinión cambió, según McGuinness, cuando la Reina reconoció en Dublín el sufrimiento que causaron entre la población de la isla algunas acciones de las fuerzas de seguridad británicas, entre ellas las de su Ejército, del que la monarca es su máxima autoridad como jefa de Estado.

En este sentido, McGuinness ha reconocido que la propia soberana sufrió en carne propia la pérdida de su primo Lord Mountbatten, el tío favorito del príncipe Carlos, en un atentado del IRA perpetrado en la República de Irlanda en 1979.

La exitosa visita de Isabel II a Irlanda del Norte concluirá hoy con una fiesta multitudinaria en el castillo de Stormont, sede del Parlamento norirlandés, a la que se espera que asistan unas 20.000 personas para celebrar el Jubileo.