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La Oficina del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, acusó a Hamás de crear una "crisis de último minuto" tras intentar supuestamente modificar detalles del borrador de alto el fuego anunciado ayer por Catar, y aseguró que el Gobierno israelí no aprobará su implementación hasta que los desacuerdos se aclaren.

"Hamás incumple partes del acuerdo alcanzado con los mediadores e Israel en un esfuerzo por extorsionar concesiones de último minuto", denunció hoy la oficina del mandatario israelí. "El gabinete no se reunirá hasta que los mediadores notifiquen a Israel que Hamás ha aceptado todos los elementos del acuerdo".

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La reunión de Gobierno, que estaba prevista este jueves a las 11:00 horas (9:00 GMT), queda así pospuesta de forma indefinida hasta que se resuelvan las discrepancias, pero medios locales israelíes dicen que podría celebrarse hoy por la tarde.

Esta madrugada, la Oficina de Netanyahu informó, en un primer comunicado, de que el primer ministro había hablado telefónicamente con los mediadores de Doha, quienes le informaron de que Hamás estaba intentando alejarse de lo ya acordado el pasado 27 de mayo, al querer elegir quiénes serán los presos liberados en un canje por rehenes.

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"Entre otras cosas, contrariamente a una cláusula explícita que otorga a Israel el derecho a vetar la liberación de asesinos en masa que son símbolos de terrorismo, Hamás quiere dictar la identidad de esos terroristas", denuncia el texto, en lo que califica como "intentos de chantaje".

Sin embargo, Basem Naim, miembro del buró político de Hamás, dijo a EFE que no sabía a qué se referían las palabras de Netanyahu sobre nuevas demandas.

Según la emisora pública Kan, el súbito atraso de la votación gubernamental podría a su vez deberse a "las deliberaciones en curso" del partido Sionismo Religioso, presidido por el ministro de Finanzas y colono ultraderechista Bezalel Smotrich, sobre si abandonar o no el Ejecutivo una vez se apruebe el alto el fuego.