Italia aprueba una ley que acelera los trámites del divorcio y escucha a los hijos

Con esta ley el divorcio se obtendrá en menos de un año y los menores podrán expresar su opinión sobre las condiciones acordadas 

Marta Cartabia ministra de justicia de Italia | Europa Press
(Actualizado

EFE

Italia introduce desde hoy la nueva reforma en materia de separación y divorcio con la que el procedimiento será mucho más rápido, se podrá obtener en menos de un año, y se escuchará siempre a los hijos.

La nueva ley que firmó Marta Cartabia, ministra de Justicia en el gobierno de Mario Draghi, entra hoy en vigor y dispone que dentro de los 3 días siguientes a la presentación de la instancia de divorcio se fije ya una audiencia que no debe superar los 90 días y el juez podrá tomar medidas relativas a los menores, si estima que existen situaciones de peligro.

Asimismo, en esta primera audiencia se podrá solicitar la separación y el divorcio al mismo tiempo, mientras que antes era necesario primero aceptar la separación por lo que los tiempos, incluso en caso de decisión consensuada, eran de 2 o 3 años para una sentencia definitiva.

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Ya en esta primera audiencia, ambas partes tendrán que presentar todos los documentos requeridos y la situación patrimonial, lo que agilizará los trámites.

Otras novedades son que las parejas con hijos deberán presentar un programa con todas las actividades para los niños y un plan de visitas; además, los mayores de 12 años, e incluso menores si son considerados capaces de expresarse, serán escuchados por los jueces para conocer su opinión sobre las medidas que les conciernen.

Además, con las nuevas reglas, el juez podrá sancionar a quien acepte el plan propuesto, pero luego no se comprometa a respetarlo en tiempos y modalidades.

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Las asociaciones de abogados italianos han expresado algunas perplejidades sobre la nueva ley ya que aseguran faltan los magistrados para que los procedimientos se realicen con agilidad.

El 1° de diciembre de 1970, tras una sesión de 18 horas, una de las más largas del Parlamento italiano, se aprobó la ley de divorcio presentada por el diputado socialista Loris Fortuna. Esta ley cambió radicalmente al país, en el que, hasta entonces, el único método para poder separarse era la traición de la mujer.