La Guardia de Finanzas (policía fiscal) italiana confiscó hoy bienes, cuentas corrientes y acciones por valor de unos 1.100 millones de euros que el fallecido dictador libio Muamar el Gadafi y su familia, así como el exjefe de los Servicios Secretos, Abdala Sanusi, poseían en Italia.
Según informaron los medios de comunicación italianos, la medida adoptada por la Guardia de Finanzas llega a raíz de una petición del Tribunal Penal Internacional de La Haya.
Se trata de bienes a nombre de dos fondos soberanos libios, el Libyan Investment Authority (LIA) y el Libyan Arab Foreign Investment Company (LAFICO) y que, según las investigaciones de la Guardia de Finanzas, son atribuibles a Gadafi y su entorno.
Dentro de los bienes confiscados figuran, entre otros, la participación del 1,256% que la familia Gadafi poseía en el banco Unicredit, el mayor de Italia, y equivalente a 611 millones de euros.
Las autoridades italianas también se incautaron de su cuota del 0,58% en el accionariado de la empresa de hidrocarburos Eni, con un valor de 410 millones de euros, el 2% que poseía en el grupo italiano de defensa Finmeccanica, así como su participación en las sociedades del fabricante automovilístico turinés Fiat.
Además de sus cuotas en el accionariado de diferentes empresas italianas, la Guardia de Finanzas confiscó varias cuentas corrientes, así como 150 hectáreas de terreno en la isla de Pantelaria, situada al suroeste de Sicilia, un apartamento en Roma y dos motos, una de ellas una Harley Davidson.
Los bienes confiscados hoy ya habían sido congelados en marzo de 2011 por las autoridades italianas, de acuerdo con las sanciones económicas contra el derrocado régimen de Trípoli aprobadas por la Unión Europea (UE) y Naciones Unidas, tras el inicio del conflicto en el país magrebí.
El teniente coronel de la Guardia de Finanzas Gavino Putzu explicó en declaraciones al canal de televisión por cable SkyTg24 que estos bienes confiscados podrán servir para los resarcimientos a las víctimas del régimen de Gadafi.
El coronel Muamar el Gadafi murió el pasado 20 de octubre en la ciudad libia de Sirte a manos de los rebeldes, tras casi nueve meses de conflicto armado entre su régimen y las fuerzas rebeldes.
Fue capturado tras la caída del último foco de resistencia en Sirte, la misma ciudad que le vio nacer, donde los últimos hombres fieles al dictador plantaron batalla durante más de un mes, después de que los rebeldes se hubieran hecho a finales de agosto con el control de Trípoli, de donde Gadafi se vio forzado a huir.