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El viceprimer ministro y ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, ha instado a la ONG alemana Lifeline que se lleve a los 224 migrantes que ha rescatado este jueves en aguas frente a Libia hasta Países Bajos ya que los puertos italianos están cerrados para los barcos de rescate de "pseudovoluntarios" y la embarcación tiene bandera holandesa.

Según ha denunciado en un mensaje a sus seguidores en Facebook, la ONG ha seguido adelante con el rescate de los migrantes pese a que estaban "en aguas de Libia" y tanto la Guardia Costera italiana como los guardacostas libios les habían indicado que "no se movieran" y que estos últimos se harían cargo del rescate. Pero, ha añadido Salvini, que ha dicho estar "enfadado", "¿qué han hecho estos desgraciados?". "Poniendo en poniendo incluso en peligro la vida de los migrantes a bordo de las embarcaciones no han escuchado a las autoridades italianas, a las autoridades libias y ha intervenido a la fuerza" rescatando a los 224 migrantes, ha precisado, refiriéndose a los rescatados como "carne humana" en un momento dado.

El líder de la Liga ha puesto en tela de juicio que hayan actuado de este modo "porque son buenos" y no porque tienen "otros intereses". "Si fueran realmente buenos, con las patrulleras libias allí cerca, no habrían intervenido", ha subrayado.

TENDRAN QUE HACER UN "RECORRIDO MAS LARGO"

Ahora, ha proseguido, puesto que la ONG ha llevado a cabo "un acto de fuerza", le ha conminado a que se lleven "esta carga de seres humanos" a Países Bajos ya que su barco de rescate tiene presuntamente bandera holandesa. "Creo que en Países Bajos están muy disponibles para secundar vuestra generosidad y bondad", ha añadido, subrayando que ahora tendrán que hacer "un recorrido más largo".

En este sentido, y como ya hiciera trasel caso del 'Aquarius', el barco de rescate de SOS Mediterranée y Médicos Sin Fronteras (MSF) al que prohibió desembarcar en puertos italianos a los 630 migrantes que había rescatado, Salvini ha dejado claro que las embarcaciones de las ONG "no tocarán más suelo italiano".

Salvini se ha justificado argumentando que no actúa así porque "sea malo" o "egoísta", sino porque "las reglas tienen que ser respetadas y no se juega con las vidas humanas, no se ponen en peligro vidas humanas".

El ministro del Interior ha subrayado que el objetivo que tiene el Gobierno es acabar con los traficantes de personas y también con los "taxis del mar". "No acepto que haya personas que arriesguen las vidas de quienes escapan de Africa y piensen en llevarlas todas a Italia", ha defendido. "No podemos seguirnos haciendo cargo de los costes y de los costes sociales consiguientes de una inmigración fuera de control", ha recalcado.

RESCATE AL MARGEN DEL DERECHO INTERNACIONAL

También se ha pronunciado sobre este último rescate en el Mediterráneo el ministro de Transportes, Danilo Toninelli, que ha denunciado que "la ONG Lifeline está actuando en aguas libias al margen de cualquier regla, al margen del Derecho Internacional".

"Han embarcado a cerca de 250 náufragos sin contar con los medios técnicos para poder garantizar el bienestar de los propios náufragos y del equipaje", ha advertido, en un mensaje publicado en Facebook, denunciando que la operación era competencia de los guardacostas libios dado que el suceso se ha producido en sus aguas.

"No tenemos nada contra las ONG pero estamos y seguimos estando a favor del respeto de la legalidad, sobre todo cuando se habla de vidas humanas", ha asegurado Toninelli.

Por otra parte, los dos ministros han puesto en duda la nacionalidad del barco de rescate. Salvini ha dicho que se ha pedido información a Países Bajos, calificando al buque de "barco fantasma", mientras que Toninelli ha precisado que ha solicitado a la Guardia Costera que verificar la bandera del mismo. "El derecho del mar no permite la navegación a los barcos no regulares", ha recordado.

A su vez, la ONG se ha limitado a informar en su Twitter de que estaba procediendo a un rescate hace varias horas. "Estamos rescatando actualmente a entre 300 y 400 personas. Hace falta refuerzos de la Guardia Costera italiana o de mercantes", ha indicado.

CUATRO PAISES DEL ESTE BOICOTEAN LA CUMBRE INFORMAL SOBRE MIGRACIONES

Hungría, la República Checa, Eslovaquia y Polonia anunciaron hoy que no participarán en la cumbre comunitaria informal de este domingo en Bruselas en la que se tratarán de consensuar políticas en materia migratoria.

"Los países miembros de V4 (Grupo de Visegrado) consideran que el diálogo sobre la migración es un tema que concierne al Consejo (Europeo) y no a la Comisión", explicó a los medios el primer ministro húngaro, el nacionalista Viktor Orbán, que considera que en el tema migratorio la Unión Europea no puede imponer criterios a los Estados miembros.

El presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, convocó ayer una reunión informal de trabajo con los líderes de varios Estados miembros de la Unión Europea (UE) para el domingo en Bruselas, a fin de abordar el asunto de la inmigración de cara al Consejo Europeo de la próxima semana.

Juncker etiquetó en su mensaje en la red social a la cuenta de la Presidencia del gobierno español; del presidente de Francia, Emmanuel Macron; del canciller de Austria, Sebastian Kurz; del portavoz del gobierno alemán, Steffen Seibert, y a los primeros ministros de Grecia, Alexis Tsipras; Italia, Giuseppe Conte; Bulgaria, Boyko Borissov, y Malta, Joseph Muscat.

Sobre esta convocatoria, Orbán reconoció "que hay pánico" en relación al tema migratorio, aunque opinó que "la prisa no es buena".

El jefe del Gobierno húngaro, uno de los líderes europeos más opuestos a la inmigración, aseguró que su país dará a conocer su postura en la cumbre que celebrará el jueves que viene el Consejo Europeo, el órgano comunitario que reúne a lo jefes de Estado y de Gobierno de los Estados miembros de la UE y el presidente de la Comisión.

De hecho, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk visitará este viernes Austria y Hungría para tratar el tema.

Orbán hizo estas declaraciones en una comparecencia junto al canciller del Austria, Sebastian Kurz, que se ha alineado con las posturas de Orbán y critica, por contra, a la jefa de Gobierno alemana, Angela Merkel, que defiende una política de migración más abierta, aunque ordenada. "En el tema de la inmigración, compartimos la vieja propuesta de fortalecer las fronteras externas de la UE y de crear centro de acogida fuera de la unión", explicó Orbán en relación a esa coincidencia de criterios con Kurz, cuyo Partido Popular gobierna en coalición con el ultranacionalista FPÖ. Kurz, por su parte, agregó que "es importante fortalecer Frontex (la agencia europea de defensa de fronteras) y asegurar la ayuda en el lugar de partida (de los refugiados)".En este sentido, prometió que Austria, que asumirá la presidencia rotativa de la UE en julio, se centrará en crear una "Europa que protege".

"Queremos enfocarnos en los temas de seguridad", afirmó Kurz, quien añadió que "hay que defender las fronteras externas conjuntamente, porque solo así se conservará el sistema de libre circulación (de Schengen)".

Peter Pellegrini, primer ministro de Eslovaquia, que asumió hoy de manos de Orbán la presidencia del V4, también recalcó que "hay que defender las fronteras externas de la UE de una manera consistente" y buscar "una solución unánime en el Consejo Europeo".