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El primer ministro de Japón, Yoshihiko Noda, ha afirmado este viernes que, con el fin de proteger el empleo y garantizar "la supervivencia de la sociedad", es necesario reactivar dos de los reactores nucleares que fueron apagados a raíz del accidente provocado en una central atómica por el terremoto y el tsunami de marzo de 2011.

En una rueda de prensa, Noda ha tratado de reducir el ambiente de nerviosismo unas horas después de que Masataka Shimizu, expresidente de la Compañía de Energía Eléctrica de Tokio (TEPCO), la empresa responsable de Fukushima-1, la planta nuclear donde se produjo el accidente, testificase ante una comisión parlamentaria que está investigando los hechos ocurridos el año pasado.

Shimizu ha dicho que no se planteó sacar a todos los trabajadores de la central mientras trataban de atajar las consecuencias del accidente, pero ha reconocido que posiblemente no fue muy claro respecto a sus intenciones.

La decisión de Noda de reactivar los dos reactores --que se confirmará, previsiblemente, en una reunión con varios ministros-- hará que disminuya la preocupación por la posibilidad de que se produzcan interrupciones en el suministro eléctrico este verano por el desajuste entre la oferta y la demanda.

Pero son muchos los que lo ven como un primer paso para encender otros reactores antes incluso de que se cree un nuevo organismo regulador para el sector nuclear. SEGURIDAD

Según Noda, el Gobierno ha confirmado que incluso si los dos reactores que tiene la Compañía de Energía Eléctrica de Kansai en su central de Ohi (en la prefectura de Fukui) se quedasen sin energía eléctrica, como ocurrió tras el accidente del año pasado, no se producirían daños en el núcleo de los mismos.

Los daños causados por el terremoto y el tsunami en Fukushima-1 hicieron que la central expulsara radiación y por ello las personas que vivían en la zona tuvieron que ser evacuadas.

"Es vital tener electricidad barata y estable. Si todos los reactores que antes proporcionaban el 30 por ciento del suministro eléctrico de Japón están parados, la sociedad japonesa no puede sobrevivir", ha advertido el primer ministro, que ha señalado la posibilidad de que aumente el número de empresas que trasladan su actividad al exterior y que se pierdan puestos de trabajo.

"Mi decisión es que los reactores número 3 y número 4 de Ohi deben reactivarse para proteger las necesidades de la gente", ha concluido. Tras el desastre, los 50 reactores que hay en Japón fueron apagados.

DETRACTORES DE LA ENERGIA NUCLEAR

Pero la población japonesa recela más de la energía atómica a raíz de lo que ocurrió el año pasado y algunas encuestas indican que cerca del 70 por ciento de la población es partidaria de que el país deje de depender de esa fuente de energía, aunque no inmediatamente.

Unas 1.000 personas han protestado este viernes en Tokio, junto a la oficina del primer ministro, después de la rueda de prensa. Allí han coreado frases como "Nos oponemos a la reactivación" o "Protejan a nuestros hijos".

La organización ecologista Greenpeace ha afirmado en un comunicado que "la inmensa mayoría de los ciudadanos no quieren que se reactiven los reactores nucleares" y "están más que dispuestos a trabajar juntos y a ahorrar energía durante el verano para que no se use energía nuclear".

"Al ignorarlos y seguir insistiendo en que hay que volver a poner en funcionamiento Ohi, el primer ministro está comprometiendo la salud y la seguridad de millones de personas y demostrando hasta qué punto la industria nuclear tiene al Gobierno en el bosillo", ha agregado.