La Justicia de EE.UU. investigará a la policía de Ferguson tras disturbios
El departamento de Justicia de EE.UU. abrirá una investigación sobre la policía local de Ferguson (Misuri) para despejar los interrogantes que levantó la muerte de un joven negro a manos de un agente en agosto, adelantaron fuentes oficiales a los diarios "The Washington Post" y "The New York Times".
Esta investigación se centrará en las prácticas de la policía de Ferguson, acusada de abusos y discriminación por algunos residentes, y se sumará a las pesquisas sobre derechos civiles que inició el departamento hace varias semanas para aclarar las circunstancias de la muerte del joven afroamericano Michael Brown.
La muerte del joven de 18 años por los disparos efectuados por un policía blanco y con versiones discrepantes entre agentes y testigos encendió el debate racial en Estados Unidos, provocó semanas de fuertes disturbios en Ferguson y evocó imágenes de otras épocas en la nación.
La decisión del departamento que lidera Eric Holder podría anunciarse este jueves, según las fuentes de los citados diarios estadounidenses.
El jefe de la policía de Ferguson, Thomas Jackson, dijo en una entrevista este miércoles que da la bienvenida a la investigación, según el "Times".
"No tenemos políticas ni procedimientos que sean intencionalmente discriminatorios o que violen los derechos civiles. Pero si tenemos algo ahí que lo haga sin intención, necesitamos saberlo", señaló el agente.
La policía local de Ferguson, mayoritariamente blanca, sirve a una comunidad donde dos tercios de los habitantes son afroamericanos, una situación que se repite en otras ciudades del condado de San Luis, en Misuri.
Desde hace dos semanas Ferguson, una localidad de 21.000 habitantes cercana a San Luis, ha consolidado la pacificación de sus calles tras quince días de duras protestas que llegaron a saldarse con decenas de arrestos, heridos, y enfrentamientos entre los agentes y los manifestantes.
Las marchas y los disturbios comenzaron hace casi un mes en reacción a la muerte del afroamericano Michael Brown a manos del policía blanco Darren Wilson, en circunstancias aún por esclarecer y cuando el joven iba desarmado.
El suceso ocurrió el 9 de agosto, sábado, y al día siguiente la vigilia por su muerte dio paso a saqueos, enfrentamientos y el inicio de unas protestas que devolvieron a la memoria los disturbios raciales de otras épocas en Estados Unidos.
En los primeros días de la protesta la policía local estaba al frente de la seguridad pero tras ser acusada de actuar de manera desproporcionada y cuestionada su militarización, el gobernador del estado decidió reemplazarla por la Patrulla de Carreteras de Misuri, liderada por el afroamericano Ron Johnson.
Sus nuevos modos, más conciliadores y empáticos con los manifestantes, contribuyeron al descenso de la tensión y llevaron finalmente a la pacificación de las calles, a lo que también contribuyó la visita del fiscal general de EE.UU., Eric Holder, el primer afroamericano que lidera la cartera de Justicia en la historia del país.
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