La Justicia rusa negó hoy la libertad condicional a Nadia Tolokónnikova, miembro del grupo Pussy Riot que cumple dos años de cárcel por escenificar en febrero de 2012 una plegaria punk en el principal templo ortodoxo ruso.
El tribunal de la república rusa de Mordovia, donde Tolokónnikova se encuentra internada en una penitenciaría para mujeres desde octubre pasado, rechazó la solicitud presentada por los abogados de la joven, informaron las agencias locales.
"Ya he pasado suficiente tiempo en prisión", dijo durante la vista judicial Tolokónnikova, quien aseguró que dedica su tiempo libre a leer a Kant, Voltaire y la Biblia.
Tanto la Fiscalía como la administración de la penitenciaría se mostraron totalmente en contra de la concesión de la libertad condicional a la más carismática integrante del grupo.
El fiscal recordó que la joven cometió dos faltas durante su estancia en prisión que aún no han sido justificadas por la presa, por lo que considera que la solicitud de libertad condicional es "prematura".
En su opinión, argumentos como su estado de salud, el hecho de que sea madre de una niña de cinco años y el que su delito no supusiera un perjuicio económico para el Estado no son suficientes para garantizar la libertad condicional.
"La Administración considera que Tolokónnikova no merece la libertad condicional y debe seguir cumpliendo su pena. Ella se niega a reconocer su culpa", dijo por su parte un portavoz de la prisión.
El funcionario de prisiones reconoció que Tolokónnikova defendió su inocencia durante una reciente reunión que mantuvo con el director de la penitenciaría número 14 de Mordovia.
Además, comentó que no cumple con su norma de trabajo diaria como costurera de ropa de trabajo, aunque reconoció que cada vez se acerca más a ella.
La abogada de Tolokónnikova, Irina Jrunova, explicó que su cliente en ningún momento, ha entrado en conflicto con la dirección de la prisión.
"Tras su liberación tiene intención de continuar sus estudios. Necesita a su hija. La echa de menos. Conseguirá un trabajo. Tiene muchas ofertas", señaló la letrada.
Algunos de los más destacados defensores de los derechos humanos rusos, escritores, periodistas y actores escribieron una carta al juez en la que solicitan la inmediata liberación de la joven.
Tanto Tolokónnikova como su compañera María Aliójina, que fue ingresada en una prisión de la ciudad de Perm (Urales), habían solicitado cumplir sus penas en la región de Moscú para poder estar más cerca de sus hijos.
Ambas mantienen su inocencia e insisten en que su acción en la Catedral de Cristo Salvador de Moscú tenía fines políticos y no estaba dirigida contra los creyentes ortodoxos.
Recientemente, la Justicia rusa rechazó el recurso de casación contra la condena de tres de las integrantes del grupo Pussy Riot, que fueron condenadas en agosto del pasado año por "gamberrismo motivado por odio religioso".
La tercera integrante del grupo, Yekaterina Samutsévich, fue puesta en libertad condicional dos meses después de la condena.
El presidente ruso, Vladímir Putin, ha respaldado en varias ocasiones la pena de cárcel, mientras el primer ministro, Dmitri Medvédev, considera que las jóvenes ya han pagado con creces su culpa.
El 21 de febrero de 2012 cinco jóvenes encapuchadas del grupo Pussy Riot escenificaron en la catedral durante menos de un minuto la plegaria punk que alcanzó una gran popularidad en Youtube tras la difusión un vídeo.