La Justicia egipcia prohíbe las actividades de los Hermanos Musulmanes
La Justicia egipcia ha prohibido todas las actividades de los Hermanos Musulmanes y congeló sus fondos, en un importante revés que empuja de nuevo a la cofradía a la clandestinidad tras el derrocamiento del islamista Mohamed Mursi.
Un tribunal de El Cairo, presidido por el juez Mohamed al Sayed, emitió un fallo que implica "la prohibición de las actividades de los Hermanos Musulmanes en Egipto, su organización no gubernamental y cualquier grupo que derive de ellos y esté financiado o reciba apoyo o subvención de ellos".
Esta sentencia, que es apelable, también afecta a las entidades que reciban ayuda financiera de cualquier miembro de la Hermandad, cuyos principales dirigentes han sido arrestados tras el golpe militar contra Mursi.
Además, los fondos y propiedades de la cofradía y sus respectivas organizaciones quedan congelados a partir de ahora y serán administrados por un comité creado por el Consejo de Ministros.
El Tribunal de Asuntos de Urgencia de El Cairo justificó la sentencia señalando que los "Hermanos Musulmanes han utilizado el islam para dar cobertura a sus actividades contradiciendo el verdadero islam e infringiendo las leyes".
También sostuvo que durante el gobierno "arrogante" de Mursi, que perteneció a la cofradía hasta que accedió a la Presidencia, las condiciones de los egipcios "empeoraron".
Para los Hermanos Musulmanes, el fallo es "totalmente político" y "un acto de venganza", que permite seguir con las detenciones de los líderes islamistas con la excusa de que mantienen sus actividades pese a la prohibición.
El miembro de la oficina de prensa de la cofradía Islam Taufiq dijo a Efe que van a apelar la sentencia y denunció que "ha sido emitida por un tribunal no competente", ya que debería haber dictado el fallo una corte administrativa.
El tribunal se pronunció a raíz de una denuncia presentada por el partido izquierdista Al Tagamo, cuyo miembro Mahmud Abdalá mostró su satisfacción por el fallo a la salida del juzgado.
"El juicio confirma que la Justicia egipcia es el escudo que nos protege de cualquier peligro", afirmó ante una multitud de periodistas el abogado, que agregó que la Hermandad "ha pagado el precio de su comportamiento desviado contra el pueblo".
Abdalá, que salió de la sede custodiado por policías, explicó que el proceso se desarrolló por la vía de urgencia y no abordó la situación legal o ilegal del grupo, sino que solo buscaba prohibir las actividades de la Hermandad, movimiento al que las autoridades acusan de instigar a la violencia.
Según su versión, la orden judicial también afecta al brazo político de los Hermanos Musulmanes, el Partido Libertad y Justicia (PLJ), que estuvo liderado por Mursi y se posicionó como principal fuerza política tras la revuelta que depuso en 2011 a Hosni Mubarak.
Sin embargo, otro de los asistentes a la sesión, el integrante del Sindicato de Abogados Ashraf Mustafa, destacó a Efe que habrá que esperar a conocer los detalles del fallo para saber si la prohibición "se refiere a una parte o al todo", incluido el PLJ.
Consultado por Efe, el abogado Jaled Abu Baker enfatizó que la sentencia impide las actividades de los Hermanos Musulmanes, constituidos desde marzo pasado como una asociación, pero no implica la disolución o ilegalización del grupo.
Al margen de este caso, el Tribunal Administrativo de Egipto tiene pendientes varias causas similares y el pasado mes recibió una recomendación de una comisión de jueces para que disuelva la Hermandad.
Este grupo ultraconservador de gran influencia en la región está acostumbrado a trabajar en la sombra y ha tenido una serie de encuentros y desencuentros con el poder desde su fundación en 1928 por Hasan el Bana bajo el lema "El Corán es nuestra constitución y el profeta nuestro jefe".
La cofradía fue ilegalizada en 1954 por Gamal Abdel Naser, una situación que se mantuvo durante el régimen de Mubarak (1981-2011), cuando estuvo semitolerada e incluso logró 88 escaños de candidatos que concurrieron como independientes en las elecciones legislativas de 2005.
Durante la Presidencia de Mursi, los opositores acusaron a los Hermanos de monopolizar el poder y la división social se agudizó hasta el punto de que el Ejército depuso al islamista el pasado 3 de julio apoyado en masivas protestas.
Desde entonces, los islamistas se han manifestado para pedir la vuelta de Mursi, aunque se han visto acorralados por las autoridades, que ha reprimido por la fuerza sus marchas y acampadas causando cientos de muertos.
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