La Justicia francesa decide si imputa a Lagarde por un presunto delito de malversación
Por la indemnización pública millonaria a un empresario en 2008 cuando era ministra
El FMI mantiene su "confianza" en Christine Lagarde como directora gerente
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, compareció ante los jueces de París que investigan su gestión, cuando era ministra, de un controvertido litigio con un empresario que le podría llevar a su imputación, con consecuencias inciertas para su puesto actual.
Lagarde llegó sonriente y aparentemente distendida en torno a las 08.15, hora local (06.15 GMT), a la sede del Tribunal de Justicia de la República, el único habilitado para juzgar a aforados como ella por hechos relativos a sus funciones de titular de Finanzas, y en su caso por el contencioso entre el Estado y el empresario Bernard Tapie.
Acudía acompañada de su abogado y con documentos para poder defenderse ante los tres magistrados instructores que tratan de determinar si actuó contra los intereses públicos cuando en 2007 decidió poner fin a ese litigio recurriendo a un tribunal arbitral privado, que se pronunció a favor de Tapie en 2008, y renunciando a los órganos jurisdiccionales ordinarios.
INDEMNIZACIÓN DE 403 MILLONES
Ese procedimiento se tradujo en una indemnización de 403 millones de euros que tuvo que pagar el Estado francés a Tapie, conocido por su amistad con el entonces presidente francés, el conservador Nicolas Sarkozy.
La declaración ante los jueces puede prolongarse mañana y finalizar con la imputación de Lagarde por complicidad en falsificación y malversación de fondos públicos -delitos penados con hasta 10 años de cárcel y 150.000 euros de multa-, si consideran que el arbitraje fue una maniobra para favorecer a Tapie.
El turbulento empresario, que fue ministro con el presidente socialista François Mitterrand (1981-95), se había querellado contra Crédit Lyonnais, el banco entonces nacionalizado que le había hecho un préstamo para comprar la marca Adidas y con la que se quedó tras su liquidación judicial.
Al sumario que tramita el Tribunal de Justicia de la República se han incorporado una serie de elementos contra Lagarde, como las conclusiones de un organismo dependiente del Tribunal de Cuentas, que había constatado numerosas irregularidades en el procedimiento de arbitraje, primero por desautorizar a los que se oponían.
También por la designación de los que se encargaron de esa mediación, dado que hay dudas sobre la imparcialidad de alguno de ellos. Además, las agendas de los protagonistas muestran que Tapie era recibido con asiduidad por Sarkozy y sus colaboradores entre 2007 y 2010.
NEGÓ LAS PRESISIONES DE EL ELÍSEO
Lagarde siempre ha sostenido que no recibió presiones del Elíseo para decantarse por el arbitraje, que le parecía el mejor mecanismo para resolver un contencioso que se arrastraba desde mediados de los años 1990.
Eso pese a que desde dentro de su mismo ministerio los técnicos eran contrarios porque estimaban que ese mecanismo de derecho privado debilitaba una posición del Estado que estimaban sólida en términos jurídicos.
Ante la eventualidad de su imputación, el actual ministro de Finanzas, el socialista Pierre Moscovici, reiteró su confianza en Lagarde como directora del FMI, pero al mismo tiempo indicó que si se confirmara que hubo fraude a los intereses públicos, el Estado se constituirá en acusación particular en el procedimiento judicial y tratará de reclamar la indemnización que tuvo que pagar.
La portavoz del Gobierno, Najat Vallaud Belkacem, señaló que corresponde al fondo fijar las reglas sobre si la directora gerente del FMI podría continuar en el cargo aunque fuera acusada por la justicia, e hizo notar que en el Ejecutivo francés no sería posible: "tenemos unas reglas extremadamente claras".
En marzo, días después de que se produjera un registro judicial en el domicilio en Francia de Lagarde -que no es sospechosa de haberse beneficiado personalmente-, el FMI había publicado un comunicado en el que el consejo de administración mostraba su "confianza" en la capacidad de la directora gerente para asumir "eficazmente sus funciones".
EL FMI CONFÍA EN LAGARDE
El Fondo Monetario Internacional (FMI) dijo hoy que mantiene su "confianza" en su directora gerente, Christine Lagarde, quien hoy responde ante la Justicia francesa sobre su papel en la indemnización millonaria concedida en 2008 a un empresario cuando era ministra de Finanzas en su país.
El portavoz del FMI, Gerry Rice, dijo hoy en su rueda de prensa quincenal que el Directorio Ejecutivo, el principal órgano rector del Fondo, ha sido informado "recientemente" sobre las últimas novedades del caso y mantiene su "confianza" en la capacidad de Lagarde para dirigir la institución internacional.
El portavoz se ciñó a las líneas de la declaración de confianza que el Directorio Ejecutivo emitió en marzo, cuando el apartamento de Lagarde en París fue registrado por los investigadores.
La directora gerente comparece hoy ante los jueces instructores en el Tribunal de Justicia de la República, que podrían imputarla por su papel en el caso de la indemnización pública millonaria al empresario Bernard Tapie en 2008 cuando Lagarde era ministra.
Al llegar a la institución internacional, Lagarde pidió que se le retirara la inmunidad diplomática que le correspondería por encabezar el organismo multilateral, por lo que no podría recurrir a ella si es imputada por la Justicia francesa.
Rice recordó que el "Directorio Ejecutivo ya acordó hace algún tiempo eximirla de la inmunidad diplomática, lo que la capacita para comparecer ante un tribunal. La directora gerente fue la que pidió esta exención" para ejercer su defensa.
El portavoz evitó hacer más comentarios sobre el caso por el que se ha citado a Lagarde, ya que es una investigación en curso, y dijo no querer entrar en "cuestiones hipotéticas" sobre si podría verse obligada a renunciar.
La declaración ante los magistrados en París podría prolongarse hasta mañana y cuando termine se sabrá si no se presenta cargos o es acusada de complicidad en falsificación y malversación de fondos públicos por el procedimiento de arbitraje que eligió para poner fin al contencioso entre el Estado y Tapie.
La decisión de arbitraje tomada en 2007, cuando Lagarde era titular de Finanzas, se resolvió un año después con una indemnización de 403 millones de euros al empresario.
El FMI era consciente de los posibles problemas con la justicia que se avecinaban para Lagarde, cuando en julio de 2011 fue nombrada nueva directora gerente en sustitución de Dominique Strauss-Kahn, quien dimitió de su cargo tras ser imputado en Estados Unidos por un caso de supuesta violación en un hotel de Nueva York, acusación que luego fue retirada.
A raíz de aquel escándalo, el FMI recordó que la inmunidad de sus directores gerentes es limitada y no era aplicable en el caso de Strauss-Kahn.
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