El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, anunció la reestructuración del Ejército iraquí como parte de la estrategia "global y amplia" de su país en su lucha contra los yihadistas del Estado Islámico (EI), que agradeció el Gobierno de Irak.
En una rueda de prensa al término de las reuniones que celebró durante su visita sorpresa de hoy a Bagdad, Kerry se mostró confiado en que la coalición de países que se está formando para acabar con el Estado Islámico "conseguirá eliminar la amenaza en Irak, en la región y en el mundo".
Esta alianza multinacional combatirá junto al Gobierno iraquí, que, según el responsable de la diplomacia estadounidense, podría "llevar a cabo su lucha contra el Estado Islámico solo, con algo de apoyo".
En parte por ello, Kerry descartó que ni EEUU ni ningún otro país vaya, al menos de momento, a desplegar tropas terrestres, lo que conllevaría un enfrentamiento mucho más directo con los yihadistas.
Con su visita a Bagdad, Kerry ha querido mostrar el liderazgo que pretende seguir su país en la coalición internacional, para la que mañana pretende recabar apoyos en la región, con la celebración de una cumbre en la ciudad saudí de Yeda.
Al evento ha sido invitado el ministro de Asuntos Exteriores iraquí, Ibrahim al Yafari, que recibió la oferta de parte de su homólogo saudí, Saud al Faisal, según anunció Kerry. En la cumbre participarán Arabia Saudí, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos (EAU), Baréin, Omán, Catar, Jordania, Egipto y Turquía.
Irán, aliado de Irak, no ha sido invitado y EEUU no le acepta en la alianza, según recalcó hoy Kerry, que desmintió que su país tenga la intención de colaborar con Teherán "a nivel militar o a cualquier otro nivel" en la lucha contra el Estado Islámico.
En su corta visita a la capital iraquí, Kerry se reunió con varias autoridades del país, entre ellas su presidente, Fuad Masum, y el nuevo primer ministro, Haidar al Abadi.
Tras su encuentro, el jefe del Gobierno iraquí alabó en un comunicado los esfuerzos de EEUU por formar la alianza multinacional e insistió en la necesidad de que haya un apoyo internacional a Irak en su lucha contra el Estado Islámico.
En la nota, Al Abadi agregó que Irak está luchando contra "estos extremistas que representan un desafío para la comunidad internacional" y señaló que el terrorismo es "un cáncer" que amenaza la región y que Irak está determinado a hacerle frente.
Por su parte, Kerry avaló el nuevo Ejecutivo "inclusivo" iraquí formado por Al Abadi el pasado lunes y elogió el compromiso del primer ministro en querer acabar con los yihadistas.
Antes de su llegada a Yeda, Kerry tiene prevista una reunión esta noche en Ammán con el rey Abdalá II de Jordania, según las previsiones del Departamento de Estado de EEUU.
DIEZ MUERTOS Y 30 HERIDOS EN ATENTADOS EN BAGDAD
Mientras los despachos de Bagdad eran testigos de movimientos diplomáticos, la ciudad fue escenario de dos atentados con coche bomba que provocaron la muerte a al menos diez personas y heridas a otras treinta. Los ataques se produjeron en el barrio de Nuevo Bagdad, de mayoría chií y ubicado en el sureste de la capital iraquí.
El primero de los atentados se produjo contra un restaurante popular y el segundo, perpetrado por un conductor suicida que iba dentro del vehículo que explotó, tuvo como objetivo un puesto de seguridad.
Estos ataques se suman a los que ya han tenido lugar en este barrio en las últimas semanas, entre ellos uno contra un cine y otro contra una mezquita chií, en la que murió una decena de fieles.
Más al norte, en la ciudad de Mosul, que se encuentra bajo el control del Estado Islámico los yihadistas impusieron el toque de queda, tras los ataques sufridos por varios de sus combatientes.
Esta medida, que lleva aplicándose dos días seguidos, decreta la prohibición de estar en la calle desde la medianoche hasta las cinco de la madrugada. Ha sido impuesta para evitar los ataques perpetrados por hombres armados contra algunos yihadistas en la ciudad, según dijo a Efe una fuente de seguridad.
A 35 kilómetros al oeste de Mosul, en Zemar, las tropas kurdas encontraron hoy una fosa con los cadáveres de 14 hombres y niños yazidíes que fueron ejecutados por los yihadistas.