Kerry pide a los iraquíes que se unan para enfrentar al terrorismo en su país
Washington insta al cada vez más impopular al Maliki, a formar un gobierno de unidad nacional
El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, pidió hoy a los iraquíes que se unan para enfrentarse al terrorismo en su país, tras los últimos avances del extremista Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL).
En una rueda de prensa en El Cairo tras entrevistarse con el presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, Kerry solicitó un "gobierno iraquí unido que represente a todas las partes del pueblo iraquí para hacer frente al EIIL".
Irak "gozará así de nuestro apoyo y del de todo el mundo para enfrentar al terrorismo", dijo el jefe de la diplomacia estadounidense.
Kerry afirmó que su país no se va a involucrar en la política de Irak, que "corresponde" a los propios iraquíes, y agregó que kurdos, suníes y algunos chiíes han expresado su insatisfacción por la situación en el país árabe.
"EEUU no es responsable de lo que está pasando en Irak y Libia", dijo Kerry, que apuntó que el fallecido dictador libio Muamar al Gadafi "fue el culpable" y contra él el pueblo se levantó.
Respecto a Irak, Kerry justificó la invasión estadounidense en 2003 para "establecer un país más democrático" y consideró que la amenaza actual del EIIL "no es sólo un problema de Irak, sino de toda la región, ya que ningún estado está a salvo".
EEUU AÚN CONFÍA EN LA VÍA DIPLOMÁTICA
Los insurgentes se hicieron con el control clave de Mosul, la segunda mayor ciudad del país, en una operación que forzó el desplazamiento de unos 500.000 iraquíes y en la que presuntamente el EIIL se habría hecho con cientos de millones de dólares depositados en la sede del banco central iraquí en Mosul.
La Casa Blanca se ha apresurado a indicar que el despliegue de los 300 asesores militares no implica que EEUU reinicie las operaciones de combate en Irak y ha insistido en que la solución al problema no pasa por una vía exclusivamente militar.
Lejos de ello, el Gobierno de Obama ha dicho que no favorecerá a ninguna facción dentro de Irak y ha instado al cada vez más impopular primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, a formar un gobierno de unidad nacional.
Maliki es el líder de la mayoría chií, que representa a entre el 60 % y el 65 % de la población del país, frente a entre el 32 % y 37 % de los suníes, divididos entre árabes y kurdos.
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