El líder del PVV, Geert Wilders | EUROPA PRESS
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El líder de la extrema derecha neerlandesa Geert Wilders tratará de formar un gobierno en Países Bajos sin él como primer ministro y con un acuerdo de mínimos con otros tres partidos de centroderecha sobre temas clave como la inmigración, según la propuesta que entregará este jueves el mediador del diálogo al Parlamento neerlandés.

En un intento de desbloquear el diálogo, los líderes de los cuatro partidos que llevan tratando de formar gabinete desde las elecciones de noviembre pasado han decidido dar un paso atrás en su aspiración a ocupar el cargo a primer ministro para facilitar las negociaciones y formar un gobierno formado por políticos, pero también expertos no vinculados a ningún partido.

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Esto supone que el ultraderechista Wilders, líder del PVV, el partido más grande del Parlamento al contar con 37 de sus 150 escaños, tampoco liderará el futuro gobierno si llegan a buen puerto las negociaciones que comenzarán una vez haya debate parlamentario sobre esta propuesta y una mayoría de los diputados acepte que se negocie está fórmula.

“Sólo puedo convertirme en primer ministro si todos los partidos de la coalición lo apoyan. Ese no es el caso. Me gustaría formar un gabinete de derechas, para que haya menos asilo e inmigración. Los neerlandeses son lo primero. El amor por mi país y mis votantes es grande y más importante que mi propia posición. Adoro Países Bajos”, señaló Wilders, tras haberse filtrado a la prensa local que los cuatro partidos propondrán esta fórmula de gobierno.

Los otros tres líderes que también han renunciado a la jefatura del gobierno son la liberal de derechas Dilan Yeşilgöz (VVD), el democristiano Pieter Omtzigt (NSC) y Caroline van der Plas, líder del partido de los granjeros BBB, que, al igual que Wilders, serán todos diputados y seguirán haciendo su trabajo desde el Parlamento, y no el gobierno.

El exsenador socialdemócrata Kim Putters, que ha sido el encargado de supervisar el diálogo durante estas semanas, entregará este jueves un informe al Parlamento con sus conclusiones y la Cámara convocará un debate para la próxima semana sobre su contenido.

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Además, según han asegurado fuentes del diálogo a los medios neerlandeses, el gabinete que se tratará de formar será lo que se conoce como “gobierno extraparlamentario”, que tiene lazos menos rígidos con los partidos, frente a una coalición convencional apoyada por mayoría parlamentaria, pero estos grupos proveerán ministros de sus propias filas, mientras que otros serán elegidos en base a su experiencia, sin estar sujetos a la disciplina partidista.

Esto ha sido siempre una exigencia de Omtzigt y esta fórmula da más influencia al Parlamento, y menos espacio a los partidos políticos.

También se espera que el acuerdo de coalición que alcancen sea más conciso y corto, y sirva como una guía sobre temas clave, como la inmigración y el gasto público, pero dejará en manos de los ministros la implementación, lo que podrá acortar la siguiente etapa, que sí entrará en la fase de negociaciones, puesto que hasta ahora ha sido un diálogo básico sobre la posibilidad de que se pueda abrir esa siguiente fase de negociación.

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La presión sobre este diálogo aumentó después de que el nombre de Mark Rutte, primer ministro en funciones, empezara a sonar fuerte como posible secretario general de la OTAN, lo que, según medios neerlandeses, podría incluso decidirse en abril.

Esto llevaría a Países Bajos a una situación sin precedentes, en la que habría que elegir otro primer ministro interino hasta que los ganadores de las elecciones lleguen a acuerdos.