La caída de un rayo en la isla de Tasos, en el norte del Grecia, y de un dron en Glyka Nera, en la región de Ática, han provocado nuevos incendios en el país, donde las altas temperaturas y las tormentas eléctricas han causado ya varios fuegos en lo que va de verano.
En la isla de Tasos, en el norte del mar Egeo, dos focos surgieron en diferentes zonas forestales debido a una "intensa actividad de rayos", han señalado los bomberos.
En Glyka Nera, en Ática (sur de Grecia), los bomberos intentan controlar el incendio provocado por la caída de un dron de gran tamaño.
En las regiones de Ática y del Peloponeso y en la isla de Creta se ha declarado este miércoles riesgo muy alto de incendio porque se esperan episodios fuertes de lluvias y tormentas eléctricas con alta frecuencia de rayos.
44 GRADOS DE TEMPERATURA
El primer ministro de Grecia, Kyriakos Mitsotakis, ha advertido de que el país enfrenta un verano peligroso por los incendios forestales.
Grecia enfrenta ya una dura temporada de incendios, tras un invierno cálido y la ola de calor más precoz registrada en el país, con temperaturas que alcanzaron los 44 grados centígrados en las últimas semanas.
La situación ha provocado que Grecia haya requerido la ayuda a otros países en su lucha contra el fuego. De este modo, recibirá desde principios de julio hasta mediados de septiembre a 240 bomberos de Bulgaria, Malta, Moldavia y Rumanía.
Este apoyo se enmarca en el programa rescEU del Mecanismo Europeo de Protección Civil, que coordina una respuesta común en las regiones de la Unión Europea afectadas por incendios, inundaciones, tormentas u otras catástrofes.
En concreto, los bomberos y sus vehículos de desplegaran progresivamente en las regiones griegas de Ática, Acaya y Salónica.
Como miembro de la misión europea, Atenas también envió en junio a 25 bomberos al sur de Francia.