El proceso interno para elegir al nuevo líder del Partido Conservador británico, que sustituirá a Boris Johnson como primer ministro del Reino Unido, entra en su tramo final al cerrarse este viernes la votación entre los afiliados a la formación.
Los miembros del partido, unos 160.000, tienen hasta las 16.00 GMT de hoy para hacer llegar su voto, a través de correo o de manera electrónica, para decidir por uno de los dos aspirantes, la ministra de Exteriores, Liz Truss, o el ex titular de Economía, Rishi Sunak.
El nombre del ganador, no obstante, se conocerá el próximo día 5, en torno a las 11.30 GMT, mientras que el cambio de primer ministro se producirá al día siguiente, el día 6.
Truss aparece como la favorita, según los medios, para sustituir a Johnson, quien anunció su dimisión el pasado julio después de numerosos miembros de su Gobierno renunciasen en protesta por su gestión y una serie de escándalos, como las fiestas celebradas en la residencia oficial de Downing Street durante la pandemia.
El próximo día 6, Johnson y el nuevo líder conservador viajarán al castillo de Balmoral, en Escocia, para cumplir con la audiencia de rigor con la reina Isabel II, jefa de Estado.
En esa cita, Johnson presentará a la soberana, de 96 años, formalmente su dimisión y, poco después, Isabel II llamará al nuevo líder del partido para pedirle que forme un nuevo Ejecutivo.
En un principio, este acto constitucional iba a celebrarse en Londres, pero el palacio de Buckingham, residencia oficial de la familia real británica, comunicó esta semana que el evento se celebraría en Balmoral, debido, según los medios, a los continuos problemas de movilidad que experimenta la reina.
Una vez que asuma el poder, el nuevo/a jefe/a de Gobierno regresará a Downing Street, en Londres, para nombrar a sus ministros. Se espera que la primera reunión del Ejecutivo se celebre el miércoles, día 7, antes de la sesión semanal de preguntas al primer/a ministro/a en la Cámara de los Comunes.
Uno de los asuntos prioritarios del sucesor de Johnson será cómo lidiar con el fuerte incremento del precio de la energía y la inflación interanual británica, que se sitúa en el 10,1% pero que el Banco de Inglaterra anticipó puede llegar al 13% a finales de 2022.