Una veintena de cadáveres fueron avistados en aguas del Canal de Sicilia, después de que una barcaza con más de 200 personas a bordo volcara a unas 39 millas al sur de las costas de la isla italiana de Lampedusa, cuando la Guardia Costera trataba de rescatar la embarcación.
De esas 200 personas, 48 pudieron ser salvadas y llevadas a Lampedusa, según informaron los medios de comunicación italianos, mientras que unas 130 estaban desaparecidas. Fuentes de la Capitanía de Puerto, citadas por los medios, indicaron que uno de los helicópteros que trabaja en las tareas de búsqueda de los inmigrantes desaparecidos divisó una veintena de cadáveres en aguas del Mediterráneo que no han podido ser recuperados aún. Las operaciones de rescate están siendo coordinadas por las autoridades maltesas puesto que el naufragio tuvo lugar en sus aguas territoriales.
El responsable de prensa de la Guardia Costera, Pietro Carosia, manifestó en declaraciones al canal de televisión SkyTg24 que las noticias que se tienen hasta el momento indican que la barcaza había partido de Libia.
Los inmigrantes habían pedido ayuda a través de un teléfono por satélite, según las mismas fuentes, que precisaron que dos lanchas de la Guardia Costera y un helicóptero de la Guardia de Finanzas respondieron a la llamada de auxilio. La primera de las lanchas de la Guardia Costera alcanzó la embarcación en la que viajaban los inmigrantes, que se hallaba en graves dificultades, alrededor de las 4.00 hora local (2.00 GMT).
Las adversas condiciones marítimas dificultaron todos los intentos de socorrerlos y acabaron naufragando durante las operaciones de rescate, según explicaron fuentes de la Capitanía de Puerto.
En las últimas doce horas se calcula que han llegado a las costas de Lampedusa unas 300 personas, con lo que actualmente son cerca de 1.500 las personas indocumentadas en la isla.
La pasada semana Lampedusa llegó a acoger a más de 6.200 inmigrantes, que superaban la población local, por lo que se dieron diferentes situaciones de tensión, lo que llevó al Gobierno a disponer nuevas embarcaciones para evacuarlos hacia otros centros de Italia y aliviar así la situación hacinamiento en la que vivían.