Los combates se enquistan en el centro y sur de Gaza
Israel y Hamás acuerdan la entrada de medicamentos a la Franja también para los rehenes
La ofensiva militar israelí en Gaza se ha enquistado desde hace semanas en el centro y sur de la Franja, donde en las últimas horas ha muerto alrededor de un centenar de personas.
Los intensos bombardeos israelíes se concentraron en la última jornada en Jan Yunis, bastión del terrorismo de Hamás en el sur del enclave, y en torno a los campos de refugiados de Maghazi, Bureij y Nuseirat, en el centro del territorio palestino.
En todos ellos aseguraron haber matado a "decenas de terroristas" de Hamás, que fueron partícipes en los ataques en suelo israelí del 7 de octubre, incluidos comandantes de su fuerza de élite Nukhba.
Cuando la guerra se acerca a los 100 días, Israel informó de que ha destruido más de 700 lanzaderas de cohetes de Hamás desde que comenzó la ofensiva con ataques aéreos y terrestres, como parte de su estrategia de desmantelar las capacidades militares del brazo armado del grupo islamista y terrorista que gobierna Gaza.
El área de Rafah -en estos momentos una de la zonas más densamente pobladas del planeta- concentra a más de 1,5 millones de desplazados por la violencia, hacinados y en condiciones insalubres, mientras que las familias desplazadas que buscan refugio en el norte de la Franja "enfrentan condiciones terribles debido al actual bloqueo israelí en la región, que impide las entregas de combustible a los municipios y provoca la interrupción de los servicios esenciales", denunció el Gobierno terrorista de Hamás.
La ofensiva militar israelí sobre el enclave continúa tras 98 días de combates y bombardeos, a pesar del proceso contra Israel por genocidio, impulsado por Sudáfrica, que se abrió ayer en la Corte Internacional de Justicia de la ONU en La Haya, donde hoy el equipo legal israelí expuso su alegato de defensa.
Israel acusó a Sudáfrica de presentar a la CIJ una “imagen fáctica y jurídica profundamente distorsionada” de la realidad de su guerra en Gaza, que definió como una respuesta “al mayor asesinato en masa calculado de judíos en un día desde el Holocausto”, el ataque de Hamás el 7 de octubre, que dejó más de 1.200 muertos y unos 250 secuestrados.
"Cuando se trata de Israel, parece que los dobles raseros de algunos países del mundo gritan hasta el cielo. No hay fundamento para las reclamaciones de Sudáfrica contra Israel", afirmó el ministro de Exteriores israelí, Israel Katz, en su cuenta de X (antes Twitter).
Mientras la ofensiva militar no da tregua en la Franja, las opciones de un nuevo acuerdo para un alto el fuego se desvanecieron ayer totalmente, cuando tanto Israel como Hamás declinaron una propuesta de Catar al respecto, que contemplaba la liberación de todos los rehenes a cambio del cese total de las hostilidades.
Sin embargo, las partes sí han acordado, con la mediación de Catar, la entrada en la Franja de Gaza de medicamentos, que deberán llegar también a los 136 rehenes que las milicias islamistas todavía retienen dentro del enclave.
"Permitirá la entrada de medicamentos a los rehenes retenidos por Hamás en Gaza como parte del sistema de ayuda humanitaria de Israel para la Franja", anunció la Oficina del Primer Ministro en un comunicado.Las familias de los rehenes no se contentaron con la medida y exigieron "pruebas visuales" de que las medicinas llegan a los cautivos y de que estos reciben un tratamiento médico adecuado.
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