Los demócratas perdieron este martes el control del Senado, que cayó en manos de los republicanos tras alcanzar los 51 votos necesarios para la mayoría, y se desinflan en su intento por ganar el poder de la Cámara Baja, donde cosechan 186 de los 218 que precisan para su control.
Con los dos escaños de Virginia Occidental y Ohio, hasta ahora en manos demócratas, los republicanos han logrado darle la vuelta al control del Senado tras cuatro años de oposición, según las proyecciones de Associated Press (AP) y Fox News.
La batalla se centra cada vez más en el control de la Cámara Baja, una carrera que lideran los republicanos, que aspiran a retener su poder en este organismo.
En el Senado, los demócratas partían con una débil mayoría de 51 asientos a 49 lograda en las elecciones legislativas de 2022.
Cada dos años, el Senado de Estados Unidos renueva a un tercio de sus miembros. El mapa con los 34 escaños en juego este martes era especialmente difícil para los demócratas ya que debían defender escaños en estados conservadores y 'bisagra'.