El presidente francés, Emmanuel Macron, formalizó este jueves su nueva candidatura al Elíseo con una carta a la ciudadanía en la que destacó su intención de seguir "preparando el futuro" y dar una "respuesta francesa y europea" a los actuales desafíos de este siglo. "Soy candidato para permitirnos, tanto hoy como mañana, decidir por nosotros mismos", dijo en esa misiva publicada en los medios locales.
El plazo oficial para presentar las candidaturas finalizaba este viernes, por lo que Macron ha apurado al máximo el tiempo disponible y ha recibido por ello las críticas de la oposición, que le han acusado de hacer hasta ahora una campaña encubierta aprovechando la visibilidad que le otorga la jefatura del Estado.
Su carta, iniciada con un "queridos compatriotas", recalca que aunque las reformas emprendidas en este quinquenio han permitido la creación de empleos en la industria y que el paro esté "en su nivel más bajo en 15 años", en el 7,4 % en el cuarto trimestre de 2021, "no se ha conseguido todo".
"Hay cosas que con la experiencia adquirida sin duda haría de forma diferente, pero las transformaciones emprendidas durante este mandato han permitido a numerosos de nuestros compatriotas vivir mejor y a Francia ganar independencia. Las crisis que atravesamos desde hace dos años muestran que ese es el camino que hay que continuar", dijo el liberal Macron.
Por eso, añadió, solicita la confianza de los franceses para un nuevo mandato."No hay independencia sin fuerza económica. Deberemos trabajar más y continuar la bajada de los impuestos que pesan sobre el trabajo y la producción. (...) Lucharemos contra las desigualdades, no tanto buscando corregirlas demasiado tarde sino yendo a su raíz", recalcó.
En la hoja de ruta avanzada en esa carta, el actual jefe de Estado y ahora también candidato sostuvo su voluntad de invertir más en innovación y dar prioridad a la educación, con profesores mejor remunerados.
Macron consideró que el país ha sabido hacer frente "con dignidad y hermandad" los retos afrontados desde 2015: "Terrorismo, pandemia, una vuelta de la violencia, guerra en Europa: raramente Francia había afrontado tal acumulación de crisis".
Las presidenciales de abril en Francia, que se celebrarán su primera ronda el día 10 y la segunda el 24, "determinarán las direcciones que el país se da a sí mismo para los próximos cinco años y más allá".
El actual jefe de Estado, de 44 años de edad, solo recibe un aprobado en su gestión de las relaciones con Europa (61%) y de la pandemia (50%), según una encuesta publicada en febrero por el instituto demoscópico Ifop.
En los sondeos, no obstante, su liderazgo no se ve aparentemente amenazado: una encuesta de Ifop le atribuyó hoy un 28% de intención de voto en la primera ronda, seguido por la ultraderechista Marine Le Pen (17%).
Por detrás quedan la conservadora Valérie Pécresse (14 %), el también ultraderechista Éric Zemmour (12 %) y el izquierdista Jean-Luc Mélenchon (11,5 %), que no pasarían a la segunda, donde según esa misma encuesta Macron (56,5 %) volvería a imponerse ante Le Pen, tal y como pasó en 2017.
El actual presidente había retrasado el anuncio de su candidatura primero por la situación sanitaria debido a la pandemia y posteriormente por la invasión rusa de Ucrania, pero no había escondido que quería presentarse: "No hay un falso suspense, tengo ganas", dijo en enero.
La socialista Anne Hidalgo, con un 3% de intenciones de voto, celebró en cambio que por fin pueda tener lugar el debate electoral.