El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, presentó hoy su petición de poderes especiales para legislar sin control parlamentario como una solución de "vida o muerte" para el socialismo en su lucha contra la corrupción, un flagelo que identificó con el capitalismo, la oposición y los falsos chavistas.
Maduro no ocultó el fuerte calado económico de la controvertida solicitud que hizo hoy a la Asamblea Nacional para que le permita legislar durante un año sin control parlamentario a fin de lograr una "nueva ética" y "adecentar el país", una tarea en la que, dijo, "hay que recuperar el látigo" del fallecido Hugo Chávez.
Tras un preámbulo de presentación en el que sacó una estatuilla del santo local José Gregorio Hernández, recordó el aniversario de la captura en Bolivia de Ernesto Ché Guevara, se acordó de Dios, de Simón Bolívar y, cómo no, de Chávez, Maduro dio lectura a un discurso lleno de citas y reflexiones históricas para justificar su petición.
"He venido a pedir poderes habilitantes durante un año para empezar temprano este año 2013 y empujar con fuerza todo el 2014 en las grandes tareas de combatir la corrupción, de adecentar el país y de hacer la revolución económica productiva", dijo Maduro al final de su discurso.
En su intervención, defendió la necesidad de "profundizar, acelerar y dar la batalla a fondo por una nueva ética política, por una nueva vida republicana".
Aseguró que para quienes se sitúan en la "posición ideológica" de hacer "irreversible la vía venezolana al socialismo" la lucha contra la corrupción "es un asunto crucial, trascendente, de vida o muerte para la República Bolivariana".
"Si la corrupción sigue reproduciéndose y perpetuando su lógica capitalista de destrucción, aquí no habrá socialismo, el socialismo nunca podrá afianzarse en su dinámica profundamente humana entre nosotros en medio de los antivalores de la corrupción", dijo.
Maduro responsabilizó a los grupos de "sectores privilegiados" y "cofradías financieras" que buscan "volver al pasado", y reiteró el argumento de una supuesta guerra económica, volviendo a asegurar que hay una persecución desde "el norte" contra él que apoya "la derecha" venezolana.
Sin embargo, reconoció problemas tan concretos como el del mercado ilegal de divisas, un comercio negro que se ha apoderado del valor del dólar en un sistema bajo un control de cambio que desde hace diez años impide a los venezolanos acceder de forma legal a la moneda extranjera fuera del entramado institucional del Estado.
"El aparato productivo del país está siendo impactado de manera muy aguda por una serie de distorsiones como son la especulación, el acaparamiento, el contrabando, el mercado de divisas ilegal", indicó.
"Ya basta, ya, el tiempo pasa, tenemos que lograr que esa renta petrolera sea capturada para el desarrollo productivo de la economía y no para la especulación, para el chantaje, para el robo, para el enriquecimiento de grupos particulares que quieren controlar al poder político sea por la vía del disfraz rojo o por la vía de la burguesía parasitaria amarilla", afirmó.
Maduro reconoció el surgimiento de "nuevo sector privilegiado, una nueva elite económica" adscrita al chavismo, y que presentó como una "desviación" de la revolución bolivariana, mientras prometía mano dura contra los corruptos, sean del color que sean.
"Es necesario rescatar el látigo de Chávez para castigar la corrupción y la ineficiencia, reduciendo la impunidad hasta derrotarla y desaparecerla", dijo.
La petición de Maduro se enfrenta ahora a la incertidumbre de si el chavismo alcanzará los 99 votos que exige la mayoría cualificada prevista para este tipo de normas y que el oficialismo supuestamente no alcanza, ya que tiene 98 escaños.
"¿Cómo pretenden ellos obtener ese voto 99? Les han ofrecido millones a los diputados, lo sabemos, lo sabemos. No han podido comprar la conciencia de los diputados, que están ahí para representar la dignidad, el futuro del país, un cambio en Venezuela", dijo hoy el líder opositor, Henrique Capriles.
El candidato opositor en las elecciones del 14 de abril, ganadas por Maduro y cuyo resultado aún no reconoce, llamó a los venezolanos "a desconocer la Ley Habilitante si se aprueba fuera de lo que dice la Constitución".
Capriles aseguró que el Gobierno no necesita una Ley Habilitante para luchar contra la corrupción y afirmó que esta solicitud obedece a una estrategia para distraer a los venezolanos y que no piensen en la inflación, que hasta agosto sumaba un 33%.
"Con la Ley Habilitante usted no va a ir al mercado", reiteró.