Al menos 320 personas murieron el lunes en un ataque de presuntos rebeldes del Ejército de Liberación Oromo (OLA) en el oeste de Etiopía, en la región de Oromía, confirmó a Efe un residente de la zona que fue testigo del ataque.
El testigo, que quiso mantener su anonimato por motivos de seguridad, aseguró a última hora del lunesque rebeldes del OLA dispararon contra residentes de la etnia amhara en la zona (provincia) de Kelem Welega, a unos 400 kilómetros al oeste de la capital, Adís Abeba, entre las 05.00 (02.00 GMT) y las 09.00 hora local (06.00 GMT).
Según la citada fuente, varios menores y madres fueron asesinados durante el ataque, mientras al menos 320 cuerpos habían sido identificados hasta anoche.
El primer ministro etíope, Abiy Ahmed, responsabilizó este lunes de la matanza al OLA, al cual el gobierno de se refiere como OLF-Shene -el grupo se escindió del Frente de Liberación Oromo (OLF) después de que ese partido abandonara la lucha armada- y lamentó la muerte de civiles, que tildó de "masacre".
"Estamos profundamente apenados por la muerte de nuestros ciudadanos y continuaremos persiguiendo a este grupo terrorista para erradicarlo", dijo el mandatario a través de la red social Twitter.
El portavoz del OLA, Odaa Tarbii, rechazó las acusaciones y dijo que las milicias aliadas al gobierno fueron las responsables de la matanza.
"La acusación del primer ministro es un intento del régimen para desviarse del hecho de que está luchando por mantener el orden en sus propias fuerzas", dijo Odaa a Reuters.
Testigos aseguraron que las fuerzas regionales no pudieron acceder al área atacada hasta la llegada de tropas adicionales debido al fuerte despliegue de fuerzas rebeldes.
Más de 380 muertos en otro ataque en junio
El pasado 18 de junio, más de 380 personas murieron -según las últimas cifras del Gobierno- en otro ataque atribuido al OLA en varias localidades de Oromía, todas ellas en la woreda (distrito) de Gimbi, también en la parte occidental de la región.
El grupo, sin embargo, negó su implicación en los hechos. Etiopía sufre recurrentes estallidos de violencia étnica en las regiones de Benishangul-Gumuz (oeste), Amhara (oeste) y Oromía (centro y oeste), desencadenados sobre todo por conflictos de tierra y de poder.
El Ejército de Liberación Oromo se escindió del OLF después de que ese partido -que busca la autodeterminación de su pueblo, históricamente marginado- dejara las armas para volver al país y hacer política a invitación de Abiy en 2018, cuando éste llegó al poder.
Desde entonces, el grupo rebelde, catalogado en 2020 como grupo terrorista por el Ejecutivo etíope usa Oromía como base de sus operaciones.
El pasado mes de enero, en un gesto por la reconciliación nacional, el Gobierno etíope concedió la amnistía a varios presos políticos, incluyendo a Jawar Mohammed y Bekele Gerba, ambos líderes del opositor partido regional Congreso Federalista Oromo (OFC en inglés), que ha acusado a Adís Abeba de represión junto al OLF.
Guerra en Tigray
El Ejército federal etíope tiene en curso una operación especial para terminar con el OLA y ha matado a más de 1.000 rebeldes durante "los últimos dos meses", señaló el primer ministro a mediados de junio durante una intervención en el Parlamento.
El pasado 14 de junio hubo decenas de muertos en los alrededores de la ciudad de Gambella (este), capital de la región homónima, durante otro ataque atribuido a los rebeldes oromos, que pretendían tomar el control de la urbe, según las autoridades regionales.
Además de la violencia comunitaria, el país atraviesa un momento convulso por la guerra que libran desde noviembre de 2020 los rebeldes de la norteña región de Tigray y el Gobierno federal.